Estos mecanismos cuentan con la gran ventaja de no solo ser baratos y seguros para su uso en la Tierra, sino que también pueden ser fabricados en la Luna o incluso Marte.
Puede parecer un vehículo espacial sacado de una película de ciencia ficción, pero lo cierto es que se trata de un proyecto completamente real desarrollado por la NASA y que tiene como objetivo el despegue y aterrizaje vertical.
La principal aplicación pensada para ellos es la posibilidad de llevar hasta 500 kilogramos de materiales a la Luna. Estos mecanismos cuentan con la gran ventaja de no solo ser baratos y seguros para su uso en la Tierra, sino que también pueden ser fabricados en la Luna o incluso Marte.
Desde el inicio del proyecto, en julio del 2010, han sido invertidos 10 millones de dólares en los materiales. Esta cantidad fue desembolsada durante tres años hasta el 2013. Para su desarrollo se contó con la participación de un equipo de 25 miembros y 60 estudiantes.
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