No es porque sean considerados más guapos o sanos, es una cuestión de supervivencia: tienen mayores ventajas en una situación de combate y por lo tanto protegen mejor, afirman los científicos
Una investigación del año 2011 llevada a cabo por científicos de la Universidad de Utah (Estados Unidos) determinó que la preferencia de las mujeres por los varones altos no radica en que estos sean considerados más atractivos, guapos o saludables, sino que tiene que ver con principios de la evolución y la supervivencia.
Según el estudio, los varones pegan más fuerte cuando se mantienen sobre sus dos piernas que cuando están a cuatro patas y que golpear hacia abajo y no hacia arriba les proporciona una gran ventaja en combate.
En ese sentido, los investigadores creen que esta sería la razón por la que los simios comenzaron a caminar erguidos y porque las mujeres prefieren a los hombres que superan, más o menos, el 1.80 m. Concretamente, porque estos tienen mayor capacidad para pelear por ellas, defender sus recursos y proteger a sus hijos.
"Los resultados del estudio son consistentes con la hipótesis de que nuestros antepasados adoptaron la postura bípeda para que los machos pudieran ser mejores en pegarse y matarse unos a los otros mientras competían por las hembras", asegura el biólogo David Carrier, responsable del estudio publicado en 'PLoS ONE'.
Para llegar a esta conclusión los científicos recurrieron a la física. Así, midieron la fuerza de los golpes de boxeadores y aficionados a las artes marciales cuando atizaban en cuatro direcciones. Un saco de arena con un sensor medía la fuerza de los golpes hacia adelante y hacia los lados. Los golpes hacia abajo y hacia arriba se midieron golpeando un pesado bloque que se balanceaba arriba y abajo suspendido al final de una palanca.
Luego de comparar las mediciones, se comprobó que en todas las ocasiones los hombres golpearon con más fuerza cuando estaban de pie y el doble de fuerte cuando dirigían sus golpes hacia abajo que hacia arriba.
Aunque estudios anteriores habían demostrado que las mujeres prefieren a hombres altos ya que la altura está asociada con salud, dominación social, caras simétricas e inteligencia (en hombres y mujeres), esta nueva investigación ha llevado a los científicos a pensar que las mujeres prefieren parejas altas porque la altura implica "buenos genes" que pueden pasar a sus descendientes.
No obstante, Carrier cree que hay algo más que eso. "La explicación alternativa es que los varones altos entre nuestros antepasados eran más capaces de defender sus recursos y a sus hijos. Si los machos golpean más fuerte de arriba a abajo que de abajo a arriba, los altos tienen ventaja en una pelea, porque pueden alcanzar los blancos más vulnerables de su oponente".
Cabe recordar que esto no quiere decir que las mujeres prefieran a los "matones" o a los que les gustan las peleas, sino, simplemente que aprecian una ventaja evolutiva que les da protección, explica Carrier.
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