Desenchufar los artefactos que no se están utilizando es una forma sencilla de ahorrar energía y combatir el calentamiento global.
El cargador del teléfono celular es uno de los dispositivos que suele dejarse conectado al tomacorriente, aun cuando no lo estemos utilizando. Se suele pensar que no consume energía, pero eso es un error.
Lo cierto es que sí consume electricidad. Las guías de ahorro energético del Ministerio de Energía y Minas recalcan que, aunque se trate de una cantidad ínfima, suma en la energía total que se desperdicia con otros aparatos conectados pese a que no se están usando, como el televisor, el microondas o la lavadora, etc.
HUELLA ECOLÓGICA
Diversas organizaciones defensoras del medio ambiente señalan también el impacto de esta conducta en el calentamiento global, debido a que la energía desperdiciada deriva en una mayor demanda de generación eléctrica, que a su vez presiona a las generadoras.
UN PROBLEMA SIMILAR
Lo mismo ocurre con el cargador de la laptop, que sigue consumiendo energía cuando se desconecta del equipo pero no del tomacorriente. No olvides desenchufarlo si no lo vas a usar inmediatamente.
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