Se acabó una década de indiferencia mutua en medio de un zoológico sin visitantes por la cuarentena. Ahora queda saber si se logró el embarazo.
Encerrados, sin visitantes por la cuarentena y sin tener gran cosa que hacer, un par de pandas de un parque temático de Hong Kong decidieron al fin aparearse, tras casi una década de indiferencia mutua y fallidos intentos para lograr su reproducción.
Igual que la mitad del planeta, la hembra Ying Ying y el macho Le Le se tienen únicamente una a otro como compañía desde que la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19) provocó la suspensión de las visitas del público al parque temático de la excolonia británica.
"Desde que Ying Ying y Le Le llegaron a Hong Kong en 2007, y tras intentos de apareamiento natural desde 2010, no se había conseguido ningún resultado hasta este año, pese a largo tiempo de aprendizaje" indicó el responsable del Ocean Park, Michael Boos.
El parque divulgó en Instagram fotos de la pareja abrazada y en inequívoca posición amorosa, lejos esta vez de las miradas y de las cámaras de visitantes.
La reproducción de los pandas es especialmente difícil, particularmente cuando están en cautividad.
Pero este año los veterinarios empezaron a alentar esperanzas de apareamiento cuando Ying Ying y Le Le empezaron al fin a mostrar recíproco interés al llegar la corta temporada primaveral del cortejo.
"Desde finales de marzo, Ying Ying empezó a jugar más tiempo en el agua, mientras que Le Le marcaba territorio con señales olfativas en torno a su hábitat, y buscaba las zonas donde Ying Ying dejó las suyas" explica el parque.
"Semejante comportamiento es típico de la temporada de cortejo, que ocurre cada año de marzo a mayo", agrega.
Los expertos deberán determinar ahora si Ying Ying muestra signos de embarazo.
AFP
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