Se trata de una versión 'infantil' del sistema de mensajes de esta red social. Sin embargo, sus críticos señalan que podría generar dependencia y ansiedad.
(Agencia N+1 / Víctor Román). Facebook está cediendo terreno entre los adolescentes frente a otras aplicaciones como Snapchat y Kik; y para evitarlo no se les ha ocurrido otra cosa que lanzar su propia app para niños: Messenger Kids. Sin embargo, debido al conocido papel de la red social en la crisis actual, muchos ya han alzado su voz de protesta.
La aplicación en cuestión es una versión más infantilizada (permite el envío de figuras y máscaras animadas) de la aplicación que usa Facebook para chatear, Messenger. Solo que esta vez permite el registro y uso de menores de 13 años, algo que no ocurre con su aplicación actual.
Además de hacerle frente a la competencia, la compañía de Zuckerberg la ha lanzado Messenger Kids al mercado como un intento por “educar” a las nuevas generaciones sobre el uso de la tecnología y la convivencia en el mundo online. En su lógica, esta aplicación abre un espacio supuestamente seguro de comunicación entre padres e hijos, debido a que su función principal es la de enviar mensajes de texto y chatear por vídeo con amigos y familiares aprobados por los padres
Facebook asegura que la nueva aplicación es un parte de un conjunto de medidas que tiene como intención por mitigar las preocupaciones sobre las noticias falsas, y otorgarle el ambiente familiar que en algún momento caracterizó a la red social. Facebook anunció hace poco los muros de los usuarios van a empezar a mostrar menos publicaciones de empresas y medios de comunicación.
Los argumentos en contra
Pero ¿deberían los niños usar Messenger Kids? Sí y no. Aunque la red social ha asegurado que la app está lleno de controles parentales y los niños deben obtener la autorización de un padre (a través de la cuenta de Facebook del padre o la madre) para inscribirse y agregar cada contacto nuevo; la aplicación aún conserva algunas de las características del Messenger original. Por ejemplo, el niño puede saber si su mensaje ha sido visto, enviado o si la otra persona está conectada o cuánto tiempo ha pasado desde la última vez.
Ese tipo de información puede causar ansiedad incluso en los adultos que llevan años usando aplicaciones. Y el hecho de que los niños se acostumbren a comunicarse constantemente es uno de los mayores motivos de preocupación.
Por otro lado, aunque los niños deben aprender a crecer en un mundo cada vez más dependiente de lo digital (y muchos de ellos ya usan las aplicaciones con edades falsas), eso no quiere decir que la compañía fundada por Zuckerberg deba ser necesariamente su guía. Especialmente si se tiene en cuenta que Facebook ya ha sido acusada en el pasado por manipular información, tener comportamientos poco éticoscon la data de los usuarios, y diseñar sus servicios con la intención que sean adictivos.
Esta adicción a las redes sociales es un fenómeno real. Investigadores de la Universidad Estatal de San Diego y la Universidad Estatal de Florida (ambas en EE. UU.) descubrieron recientemente que los adolescentes que usan su smartphone para pasar mucho redes sociales tenían más probabilidades de estar deprimidos. Si los adultos en algún momento hemos tenido problemas para “desconectarnos”, las consecuencias para los niños podrían ser potencialmente dañinas.
"Me preocupa que estamos presentando algo a los niños que realmente no necesitan, y creo que el objetivo de empezar desde jóvenes es incorrecto", ha dicho a MIT Review, el profesor de psicología y autor de La mente distraída: Cerebros antiguos en un mundo de alta tecnología, Larry Rosen. El profesor asegura que “los niños del grupo de edad al que se dirige Messenger Kids todavía están perfeccionando sus habilidades de comunicación, incluidas las sutiles y no verbales, como la comprensión del lenguaje corporal y la postura”.
Si la aplicación es finalmente usada, y en que condiciones, dependerá de los padres, quienes en su mayoría irónicamente también crecieron con pantallas (TV, videojuegos, internet y hasta redes sociales). Lo que sí no debería olvidarse es que, tendencias tecnológicas aparte, los niños deberían aprender interactuar con otros niños cara a cara. En el futuro, las habilidades sociales y humanas serán incluso más importantes que las tecnológicas.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, tecnología que suma.
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