NIUSGEEK pone a prueba a la Galaxy Tab S7 de Samsung, una de las tablets de gama alta anunciada por la surcoreana para 2020 con Snapdragon 865+ y pantalla IPS
Reitero lo que mencioné en la reseña de la Tab S6 Lite respecto al rol de este formato durante la cuarentena: hemos revalorado su presencia en casa para todo tipo de actividades. Si en algún momento las tablets con Android se han acercado más al iPad de Apple, el momento es este, aunque bajo una sola marca: Samsung. Hoy NIUSGEEK te trae la review completa de la Tab S7, uno de los dispositivos más poderosos en su categoría.
Estas son las especificaciones del equipo:
Chasis elegante y sobrio
Diseño muy continuista, respecto a lo que ya vimos en la versión de 2019. Sin embargo, hay algunos acentos diferenciados a destacar en este modelo. Para empezar, tenemos casi el mismo molde, pero con bordes lisos y de ángulos rectos, lo que podría verse un poco agresivo en tiempos de esquinas más amables en los teléfonos.
La tapa trasera mantiene los detalles de la generación anterior: espalda de aluminio, una sección magnetizada para el S-Pen y un doble sistema de cámaras que añade flash LED. Adelante, la cámara selfie cambia del borde superior contrario al puerto USB-C y va al superior en horizontal, a pocos centímetros de los botones de volumen.
Como tradición, Samsung nos acomoda cuatro parlantes en el borde, todos bajo el sistema de “tuning AKG”. El detalle interesante es la inclusión de un sensor de huellas en el botón de bloqueo, debido a las limitaciones para la inclusión de un sensor bajo pantalla. Al igual que el modelo del año pasado, tenemos un S-Pen magnético que se adapta a la tapa trasera de la tablet para cargar por contacto. Funciona mucho mejor que el sistema del 2019.
Como remate, contamos con un sistema de pines que permiten conexión al teclado que sirve como protección a la tapa delantera y añade un útil touchpad que añade un puntero de mouse a la experiencia Android. Se siente muy bien implementado en movimiento, reconocimiento de golpes y hasta de gestos.
Es, sin duda, uno de los equipos mejor diseñados por Samsung.
La presunción de inocencia del IPS
Cuando vi en las especificaciones del equipo durante el lanzamiento global, mi reacción al saber que venía con panel IPS fue un súbito acercamiento de la palma de mi mano hacia la frente. Vamos, el año pasado tuvimos AMOLED y todo era felicidad. Ahora, tras probar el equipo, me duele la cara sin justificación.
Este panel IPS es, por mucho, uno de los mejores en su clase por varias razones. Primero, el nivel de contraste es muy alto, permitiendo una calidad de reproducción notable en formatos como Netflix o YouTube. Por otro lado, la inclusión de 120 hercios en el panel sin concesiones frente a la resolución del panel nos da la máxima calidad de imagen que la pantalla logra a la mayor velocidad posible. Ah, y la compatibilidad con HDR10+ no puedo dejarla de lado en este resumen.
Eso sí, cuando elevamos el brillo del panel al máximo evidenciamos esas zonas grises propias del IPS, aunque no es un escándalo como ocurre en gamas menores. Estamos ante un panel muy equilibrado y de buena calibración de colores.
One UI Tab Edition
En este caso, Samsung añade su capa One UI tradicional sobre Android 10 para mejorar las opciones en la navegación dentro del sistema. Aquí si nos encontramos con casi todo el arsenal de opciones, salvo la toma de notas con la pantalla apagada. Por lo demás, DeX puede cargarse directamente desde la tab y proyectarla a pantallas mediante conexión inalámbrica.
Las pantallas flotantes, los espacios divididos y la integración de múltiples servicios como Office, Samsung Notes, Drive, Knox para la seguridad, espacio para niños con herramientas de control parental y las condiciones que requiere el S-Pen para interactuar con gestos está disponible desde caja, sin añadidos o instalaciones que podrían dañar el equipo.
Ojo: actualización de seguridad hasta octubre de 2020. Bien por los usuarios.
Mismo ángulo de visión
En este caso, las cámaras son un calco de lo que vimos en la Tab S6: misma medida, misma distribución. Sin embargo, tenemos un upgrade interesante respecto al software, y es que One UI 2.5 añade mejores herramientas para el sistema delantero y trasero.
No es lo mejor en ángulo de visión, pero para videollamadas está bien.
El rendimiento que exigimos
Las credenciales para ser un equipo poderoso las tiene. Hablamos del procesador más potente de Qualcomm y sus capacidades para la multitarea y la capacidad de reacción ante entornos muy pesados y juegos. Los 6GB de RAM añaden un poco más de agilidad a un entorno fluido y con cero problemas para la gestión multi ventana.
Ojo, esta reseña está siendo escrita en la misma tablet. Sin embargo, debo decir que no me adapté tan bien al teclado como con el Targus compatible con la Tab S6 Lite, pero sí supera por mucho el desempeño del S6 más fuerte.
La conectividad anduvo sin problemas, tanto en WiFi como en Bluetooth. No tuve situaciones en donde se cayera mi señal, pese a moverme en varios puntos dentro de casa. El sensor de huellas va muy bien, y el desbloqueo facial no desentona, sobre todo con la ubicación de la cámara frontal.
En el tema gráfico, los juegos y las apps más pesadas van sin problemas. El Adreno 650 se apoya mucho en la calidad del panel y la tasa alta de refresco, por lo que estamos ante una máquina de juegos tremenda.
La multimedia es un escándalo. La combinación de la pantalla y la distribución de los parlantes nos mantienen realmente pegados al contenido. Incluso el peso – 78 gramos más pesada que la S6 – no es un elemento incómodo. El equipo no calienta para actividades muy intensas.
La conectividad con el S-Pen es mucho más sólida que en el modelo del 2019. El paso de la punta sobre la pantalla reconoce diversos puntos de presión, lo que es ideal para ilustraciones con distintas puntas virtualizadas. Además, la latencia es bastante baja respecto al toque y la reproducción en pantalla. Samsung mejora en cada generación la traducción de toques con el canto de la mano para no confundirla con inputs intencionales.
Un titán que no descansa
Hay un par de cosas con las Tablets en este apartado. Por un lado, el panel IPS de gran tamaño siempre lleva a mayor consumo energético, y el manejo del “stand by” – ese momento en el que consideras que tu Tablet debe prender apenas desbloqueas, sin importar si la usas después de varios días – suelen ser elementos decisivos para considerar adecuado un equipo. Afortunadamente, la Tab S7 es sobresaliente en ambos casos.
Sus 8000 mAh son suficientes para aguantar jornadas intensas de uso. Con una carga, en uso esporádico – justo la tuve a prueba en una semana complicada en donde las prioridades eran el teléfono y la PC – el equipo se mantuvo sin problemas de energía tras 4 días.
Eso sí, en uso excesivo del panel estamos ante un día sin grandes hazañas. Tuve un día fuera de casa con alta exigencia con Office todo el día, y la Tab S7 se mantuvo desconectada desde las 6:45 hasta las 8 de la noche y llegó a casa con 20%. Dentro de lo que esperamos.
El consumo de la pantalla no me pareció severo, sino dentro del promedio. Estamos ante un equipo que puede mantenerte activo por todo el día.
¿Vale la pena?
Sí. Es una tableta que me ha permitido mantenerme activo de manera simple, y es uno de los atributos que solo el iPad de Apple había logrado. Además, el estar optimizada para todo tipo de recursos como el S-Pen, el trabajo multi ventana y la multimedia sin distracciones hacen que estemos ante un dispositivo capaz de satisfacer múltiples demandas.
Ve por ella, a menos que quieras ir por el modelo S7+. Espero poder darte una respuesta cuando tenga la oportunidad de probarla.
* Equipo cedido a préstamo por Samsung Perú desde el 30 de octubre hasta la publicación de la reseña
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