Gohan fue envenenado, quedó ciego y estuvo al borde de la muerte, pero con la poca energía que le quedaba venció a Lavenda, del Universo 9. Pero tranquilos, al final del combate, Gokú le dio una semilla Senzú a su hijo para que se recupere completamente. Lamentablemente, la increíble muestra de poder y resistencia de Gohan no convenció a Daishinkan, que declaró la pelea empate.
Noticias aún peores: los universos que pierdan el torneo de poder serán destruídos. ¿Quién dijo que se trataba de una exhibición? En el capítulo 81 de Dragon Ball Super, que se estrenará la próxima semana, veremos en acción a Gokú enfrentando a Bérgamo.