Tom Homan, encargado de la política migratoria, admite que las promesas de deportaciones masivas enfrentan obstáculos debido a limitaciones presupuestarias y falta de recursos.
Durante su mandato, la administración Trump prometió deportar entre 1 y 2 millones de inmigrantes indocumentados. Sin embargo, la falta de recursos ha llevado a Tom Homan, el encargado de la frontera, a ajustar las expectativas de lo que se podrá lograr en la primera fase de deportaciones masivas. Según fuentes cercanas, Homan expresó que los recursos actuales limitan la ejecución de esta operación masiva y pidió a los legisladores republicanos que sean más realistas.
Aunque la administración Trump sigue comprometida con la deportación de inmigrantes indocumentados, la falta de fondos y recursos humanos obstaculiza el cumplimiento de esta promesa. Homan indicó que, a pesar de la meta de deportar entre 1 y 2 millones de personas con órdenes de expulsión, el presupuesto actual no es suficiente para llevar a cabo la operación tal como fue prometido durante la campaña presidencial. Esta situación ha generado preocupación entre los legisladores republicanos, quienes deberán adaptar sus expectativas a la nueva realidad presupuestaria.
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La estrategia escalonada para las deportaciones
A pesar de las limitaciones, los legisladores republicanos y Tom Homan están comprometidos con un enfoque escalonado para llevar a cabo las deportaciones masivas. Según declaraciones de Homan, el objetivo no es detener el proceso, sino abordarlo de manera realista, adaptando la ejecución a las circunstancias actuales. El representante Mark Amodei aseguró que este enfoque busca ser “responsable” y rápido, pero siempre dentro de un marco de evaluación de los recursos disponibles.
Desafíos de financiación para el plan de deportaciones
La principal preocupación ahora es asegurar la financiación necesaria para llevar a cabo el plan de deportaciones masivas. La expansión de las instalaciones de detención y la contratación de más agentes del ICE son pasos cruciales, pero la falta de fondos pone en riesgo el éxito de la operación. A pesar de ello, los republicanos creen que, una vez que se inicien las deportaciones, muchos inmigrantes optarán por la autodeportación, lo que aliviaría parte de la carga.
En este contexto, la financiación será el factor determinante. Los legisladores republicanos están buscando soluciones dentro de las limitaciones presupuestarias y aún confían en que el proceso de deportación no solo se llevará a cabo, sino que se convertirá en el inicio de una nueva era para la política migratoria en Estados Unidos. Sin embargo, este desafío presupuestario podría complicar los planes antes del próximo plazo de financiamiento del Gobierno.
Créditos vídeo: YouTube | @noticias.
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