La acusación contra Nada Radovan Tomanic destaca la seriedad de mentir durante el proceso de naturalización estadounidense.
El Departamento de Justicia (DOJ, sigla en inglés) ha puesto bajo la lupa a Nada Radovan Tomanic, inmigrante de Bosnia y Herzegovina, acusada de haber mentido durante su proceso de naturalización como ciudadana estadounidense. Esta mujer de 51 años, residente en Virginia Occidental desde hace más de una década, enfrenta serios cargos que podrían traducirse en largos años tras las rejas si se prueba su culpabilidad.
De acuerdo con el DOJ, Tomanic habría servido en la Unidad Especial Zulfikar del Ejército de Bosnia y Herzegovina durante el conflicto armado en los años noventa. Se le imputa su presunta participación en abusos físicos y mentales contra prisioneros serbios de Bosnia, atacados por su origen étnico, religión y afiliación social.
El arresto de Tomanic tuvo lugar en Morgantown, Virginia Occidental, en el marco de una operación relacionada con su presunta falsificación de información para obtener la ciudadanía estadounidense. Esta acusación lleva consigo la posibilidad de la revocación de su estatus de ciudadana naturalizada, un castigo severo que podría repercutir drásticamente en su vida.
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Serios cargos por mentir
Según la acusación presentada, Tomanic habría mentido al afirmar que no había perseguido a nadie por motivos religiosos, de pertenencia a un grupo social particular o por opiniones políticas, así como haber ocultado cualquier historial criminal anterior al proceso de naturalización.
Este caso resalta la seriedad de las consecuencias legales de mentir durante el proceso de obtención de la ciudadanía estadounidense. Ezequiel Hernández, un abogado de inmigración con experiencia en Phoenix, Arizona, advirtió sobre la gravedad de este delito, que no solo involucra mentir, sino también la presentación de documentos falsos o testimonios fraudulentos.
Nicole M. Argentieri, fiscal general adjunta interina de la División Penal del DOJ, recalcó en su momento que Tomanic disfrutó de los beneficios de la ciudadanía estadounidense durante más de una década, presuntamente obtenidos mediante mentiras para encubrir abusos contra los derechos humanos cometidos en su país de origen. Argentieri enfatizó que el DOJ aplicará rigurosamente las leyes de inmigración para evitar que Estados Unidos se convierta en un refugio seguro para aquellos que hayan cometido tales delitos.
Por su parte, Roberts Avery, fiscal federal para el distrito de Connecticut, destacó la presunta ocultación por parte de Tomanic de su historial de abusos a los derechos humanos y sus reiteradas mentiras durante los procesos de inmigración y naturalización.
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