En estas épocas del año son muy frecuentes y muchas veces se suelen confundir.
Nariz tupida, secreción nasal y estornudos no solo son síntomas de un resfrío, también de alergias como la rinitis que en estas épocas del año son muy frecuentes y muchas veces se suelen confundir.
Muchas veces la rinitis alérgica es confundida con un resfrío común. Sin embargo, la primera es un trastorno inmunológico que se caracteriza por la inflamación de la mucosa nasal en respuesta al contacto con un alérgeno (ácaros, polvo, hongos, mohos, pelos de mascota) mientras que el resfriado común es un proceso infeccioso de la mucosa nasal y de la faringe, casi siempre de origen vírico.
La rinitis alérgica se presenta con congestión y flujo nasal, estornudos, y en ocasiones carraspera y picazón de nariz, síntomas parecidos al resfrío, con la diferencia de que no hay malestar general, escalofríos, dolor de garganta ni fiebre.
Otra diferencia entre ambos es el periodo de duración. La rinitis alérgica puede durar aproximadamente 7 días y repetirse varias veces en un año, mientras que un resfriado dura entre 3 a 4 días y se puede presentar hasta 2 veces en el mismo periodo.
Para realizar un diagnóstico oportuno y una identificación adecuada del agente causante de la alergia es necesario acudir al médico a fin de dar tratamiento y evitar las complicaciones.
Según información de EsSalud, hasta un 40 % de las personas que padecen de rinitis alérgica pueden desarrollar asma y los antecedentes familiares constituyen uno de los principales factores de predisposición.
Otras complicaciones de la rinitis alérgica son la sinusitis aguda o crónica, conjuntivitis alérgica, trastornos en el sueño y respiración bucal. Además, hipoacusias o disminución de la audición por otitis media, ocasionando problemas de lenguaje y aprendizaje en niños pequeños.
Recomendaciones
Todas las personas con rinitis tienen que mantener las condiciones adecuadas para no desencadenar un cuadro de alergia como son:
• Aspirar los lugares de mayor permanencia como son la casa y la oficina.
• Ventilar de forma natural las habitaciones.
• Considere la posibilidad de retirar las alfombras, si es muy sensible a los ácaros del polvo.
• Mantenga a las mascotas fuera del dormitorio, trate de tenerlas en el patio o jardín
• No usar detergentes y perfumes con olores fuertes
• Evite el humo del cigarrillo y no fumar.
• Elimine los peluches de la casa.
Comparte esta noticia