Los resultados de un estudio encontraron que la tendencia a fotografiar todo lo que nos llevamos a la boca para publicarlo en las plataformas digitales puede reducir nuestro apetito.
Mirar fotografías de platos de comida reduce el placer al momento de probar los alimentos; esta práctica también es conocida como la "dieta de la foto", revela un estudio de la Universidad Brigham Young en Estados Unidos.
Los resultados del estudio encontraron que la tendencia a fotografiar todo lo que nos llevamos a la boca para publicarlo en las plataformas digitales puede reducir nuestro apetito y hacer que la experiencia gastronómica resulte menos divertida.
"En cierto modo, te cansas del sabor antes de haber probado la comida, lo que se conoce como aburrimiento sensorial", explica Ryan Elder, coautor del trabajo, que añade que la sobreexposición a imágenes de alimentos aumenta la sensación de saciedad.
En sus experimentos los investigadores demostraron que si tomamos un postre tras ver imágenes de dulces y chocolates, disfrutamos menos desde el primer bocado de lo que estamos comiendo. "Lo mismo ocurre con los alimentos salados", precisa Elder.
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