Si sus hijos están aprendiendo a nadar cómprenles gorros que tapen sus orejas o tampones para los oídos y evitar así cualquier inconveniente
Con la llegada del verano no son pocos los que van a la playa y piscinas para relajarse y pasar un día de diversión con la familia.
Sin embargo, los paseos no siempre tienen un final feliz, en ocasiones los pequeños de la casa comienzan a quejarse de dolor de oído. La otitis es una patología que se presenta con frecuencia en esta temporada.
Una limpieza apropiada y bañarse en piscinas con un nivel de cloro adecuado, son fundamentales para evitar que surjan malestares.
El doctor Francisco Salaverry, de la Clínica Ricardo Palma, explica que la otitis se presenta cuando el líquido que está por detrás del tímpano no desaparece.
Se caracteriza por dolor y secreción del oído. El paciente se siente fastidiado e incómodo. "Las personas deben visitar al especialista y no limpiarse los oídos con palitos de fósforos o papeles cuando sienten algún malestar porque lejos de aliviarse pueden complicar aún más su estado", refiere el especialista tras recomendar a los padres de familia que si sus hijos están aprendiendo a nadar les compren gorros que tapen sus orejas y/ o tampones para evitar cualquier inconveniente. "Esto no es un gasto, sino una inversión", señala.
Otro malestar auditivo que se presenta en verano, es la otomicosis. Es una enfermedad del conducto auditivo externo. La persona siente picazón, dolores intensos en el oído además de dificultad para escuchar.
"Los tratamientos de ambas patologías son simples, pero deben ser prescritas por un médico", concluye.
Sin embargo, los paseos no siempre tienen un final feliz, en ocasiones los pequeños de la casa comienzan a quejarse de dolor de oído. La otitis es una patología que se presenta con frecuencia en esta temporada.
Una limpieza apropiada y bañarse en piscinas con un nivel de cloro adecuado, son fundamentales para evitar que surjan malestares.
El doctor Francisco Salaverry, de la Clínica Ricardo Palma, explica que la otitis se presenta cuando el líquido que está por detrás del tímpano no desaparece.
Se caracteriza por dolor y secreción del oído. El paciente se siente fastidiado e incómodo. "Las personas deben visitar al especialista y no limpiarse los oídos con palitos de fósforos o papeles cuando sienten algún malestar porque lejos de aliviarse pueden complicar aún más su estado", refiere el especialista tras recomendar a los padres de familia que si sus hijos están aprendiendo a nadar les compren gorros que tapen sus orejas y/ o tampones para evitar cualquier inconveniente. "Esto no es un gasto, sino una inversión", señala.
Otro malestar auditivo que se presenta en verano, es la otomicosis. Es una enfermedad del conducto auditivo externo. La persona siente picazón, dolores intensos en el oído además de dificultad para escuchar.
"Los tratamientos de ambas patologías son simples, pero deben ser prescritas por un médico", concluye.
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