Existe el sistema endógeno del control del dolor, situado en la médula espinal y que, desde la mente, podemos aprender a manejar.
¿Qué explica que algunas personas sientan más o menos dolor frente a un mismo estímulo? Si bien la primera percepción ocurre a nivel de la piel o los huesos, la interpretación final se produce en el cerebro.
El neurólogo Nilton Custodio Capuñay explica que afortunadamente existe el sistema endógeno del control del dolor, situado en la médula espinal y que, desde la mente, podemos aprender a manejar.
“Si yo no tengo un sistema endógeno del control del dolor la información de un golpe va a ser interpretado como mucho dolor, pero si es al contrario, la interpretación será de un golpecito”.
Pueden lograr el control del dolor los pacientes con fibromialgia, es decir, aquellos que tienen sensibilidad en todo el cuerpo; quienes sufren de migraña, de dolores menstruales, hasta una artritis. “La meditación ayuda mucho, el ejercicio aeróbico es muy importante, trotar, caminar, hacer natación o baile, ayuda mucho a manejar todo tipo de dolor”.
De acuerdo al especialista, también contribuyen los ejercicios de estiramiento que evitan las contracturas y fortalecen los músculos. Además, el dormir de forma confortable ayuda a no predisponernos al dolor.
Pero existen casos en los que no aplica esta posibilidad de alivio a través de la mente. No se puede reemplazar el uso de fármacos.
“Hay ciertas condiciones en las que la meditación no va a mejorar nada ciertos tipos de dolores, como los de cáncer o por articulaciones infectadas, inflamadas o degeneradas”, señala el especialista.
Recuerde, siempre ayuda lograr una desconexión del estrés diario, incluso podemos recurrir a técnicas como el taichí o el yoga. La mente es muy poderosa y puede ser nuestra gran aliada.
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