El tatuaje constaba de detalles precisos de la escena del crimen, una lámpara de la calle, e incluso la dirección donde cayó el cuerpo de la víctima.
Un mafioso de Los Angeles estaba a punto de salir libre por la acusación de un asesinato en primer grado en el 2004, si no fuera por un tatuaje delatador.
Un detective que estudiaba el caso de Anthony García, miembro de una peligrosa pandilla, descubrió en su pecho un curioso tatuaje que llamó su atención. Las impresiones en la parte superior, cercana al cuello, narraban escenas de lo ocurrido afuera de una tienda de licores.
Según informa Newser.com, el tatuaje bajo el lema "Rivera mata", en referencia a la pandilla Pico Rivera, constaba de detalles precisos de la escena del crimen, incluyendo las luces de Navidad, una lámpara de la calle, e incluso la dirección donde cayó el cuerpo de la víctima.
García, apodado por su banda como "Chopper", incluso añadió un helicóptero disparando balas a la víctima. "Se tatuó su confesión sobre el pecho. Esto tiene un grado de suerte", declara un capitán de la policía.
El sargento por su parte dijo que "nunca trabajé en la estación Pico, jamás podría haber reconocido esa tienda".
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