Sus propios padres dieron metadona como si fuera remedio para la fiebre.
Una pareja de padres, presuntamente adictos a las drogas, mató a su propio hijo de 23 meses de edad, luego que le dieran droga como si fuera remedio para la fiebre.
La Corte de la ciudad inglesa de Bristol, donde ocurrió este trágico hecho, condenó a nueve años de cárcel a Jamie Green y cuatro años a Sonia Britton, los padres del menor fallecido.
Según la prensa británica, el menor fue encontrado muerto en un estado deplorable, con un pañal sucio y con manchas de metadona en su ropa.
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