Una joven estadounidense de 19 años empezó a comer jabón y detergente por un desengaño amoroso. Los médicos le diagnosticaron un trastorno alimenticio que puede llevarla a la muerte.
Usualmente las mujeres son adictas a los chocolates y a toda clase de dulces, pero la historia de Tempestt Henderson no encaja en ese perfil, ya que a la joven estadounidense de 19 años, le encanta comer jabón y detergente.
Lo que más sorprende es que ella es estudiante de Enfermería, según da cuenta el diario norteamericano Daily Mail.
La publicación refiere que la muchacha empezó a consumir jabón y detergente por un desengaño amoroso. A los seis meses de llevar comiendo estos productos, los médicos le diagnosticaron un trastorno alimenticio, que lleva a los que lo padecen, a comer sustancias no nutritivas como metal, tizas o pilas.
"La primera vez que probé el detergente me supo tan dulce y salado. Se sentía tan bien que me gustó enseguida”, relata Tempestt.
"En la ducha, me gusta la espuma de una barra verde de jabón y cómo el jabón se desintegra, hago estallar una pequeña cantidad de jabón en la boca. Es celestial", agrega.
Según los médicos su adicción es muy peligrosa y podría llevarla a la muerte.
La joven de Florida ha contado que ingería hasta cinco jabones al día, aunque asegura que desconocía el peligro que estaba corriendo.
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