El Tribunal Supremo de España acogió la vista oral para decidir si acepta o no la demanda de revisión solicitada por el padre de Antonio Meño, en coma durante 21 años, tras una rinoplastía.
Un hecho que ha conmovido España, es el caso de Antonio Meño, en coma durante 21 años, luego de una aparente negligencia médica durante una rinoplastia. El proceso que se inició en 1989 podría reabrirse tras la aparición de un testigo clave.
El Tribunal Supremo acogió la vista oral para decidir si acepta o no la demanda de revisión solicitada por el padre de Meño.
Gran cobertura de la prensa concitó la aparición de la víctima, que en su estado, asistió el miércoles a la revisión de su caso, abandonando por ese día el campamento ambulante en el que vive, apostado en la plaza Jacinto Benavente.
Sobre la historia de Antonio Meño, El País de España da cuenta que en el año 2008, la justicia falló a favor de la clínica privada que le practicó la operación estética, exculpó a los médicos involucrados y condenó a la familia a pagar 400.000 euros por los gastos del juicio.
Ahora, la situación puede revertirse tras la aparición de un nuevo testigo que asegura estuvo en la operación como aprendiz, y que pone objeciones a la versión del anestesista.
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