Se trata del paracaidista británico Mateo Gough, de 25 años, quien en su intento por lograr su 'base jumping' número 181 se enfrentó cara a cara con la muerte.
Un paracaidista británico se salvó de morir tras realizar un salto de caída libre desde una montaña de unos 300 metros cerca del lago de Garda, Italia.
Se trata de Mateo Gough, de 25 años, quien en su intento por lograr su ‘base jumping’ número 181 se enfrentó cara a cara con la muerte.
La cámara en el casco de Gough registró todo el salto y su caída. Pese a rebotar por las laderas del acantilado y estrellarse contra la tierra, este arriesgado aventurero sufrió heridas menores.
Gough contó que todo iba bien al principio y que las condiciones climáticas eran las adecuadas, pero que unos fallos en su equipo de salto lo desequilibraron.
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