La aerolínea British Airways, que había llevado al joven francés a los Estados Unidos, justificó el que se negara a retornarlo a su país natal, argumentando que no podían acomodarlo con seguridad.
El pesar 230 kilos fue la causa para que un joven francés se quedara sin poder subir al avión que lo llevaría de vuelta a su país natal, donde continuará el tratamiento para su desequilibrio hormonal, del cual estuvo siendo atendido en una clínica de Chicago, Estados Unidos.
La aerolínea British Airways, que lo había llevado a los Estados Unidos, justificó el que se negara a retornar a Kevin Chenais, de 22 años, a Francia, argumentando que no les era posible acomodar con seguridad al cliente en ninguno de sus aviones.
"Si lo pudieron traer aquí con ese problema en clase turista, debe haber una manera de llevarlo de regreso, (...) solo llévenlo a casa para que su tratamiento médico continúe", dijo Christina Chenais, madre del joven, a la cadena CBS según recoge Infobae.com.
Finalmente, Kevin y sus familiares pasaron una semana en un hotel del aeropuerto hasta que resolvieron viajar en tren a Nueva York para regresar a Francia a bordo del buque Queen Mary.
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