El delincuente estaba robando una óptica en la ciudad argentina de Rosario, cuando llegó la policía.
Como sacado de una película, un ladrón se disfrazó de maniquí para despistar a los efectivos de la Policía, que habían ingresado al local donde entró a robar, en la ciudad argentina de Rosario.
En horas de la madrugada, se activó el sistema de seguridad de la óptica Eichhron y los agentes no tardaron en llegar. Sin tiempo para huir, al delincuente no se le ocurrió mejor idea que simular ser un maniquí.
En un primer momento los policías no se dieron cuenta de que la figura con anteojos oscuros que permanecía inmóvil en un rincón era en realidad una persona. Sin embargo, tras apuntarle con una linterna, sospecharon y se acercaron con cuidado.
"El ladrón, pensando que con su actuación teatral podría engañar a la policía simulando ser un maniquí, incluso no respondió a ninguna de las preguntas que le hicieron los agentes cuando fue descubierto”, contó el comisario Guillermo Morgan según recoge Infobae.com.
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