Su precio de reventa puede superar los $1000 en tiendas virtuales como Ebay.
Cada cierto tiempo, el mundo de la alta moda es objeto de burlas y críticas por exponer piezas y prendas de vestir con precios escandalosos, que podrían encajar mejor en el backstage de un circo antes que en el de una pasarela de París. Este debate lo ha vuelto a reavivar la exclusiva marca francesa Balenciaga, que a fines de setiembre pasado estrenó su colección de zapatillas Triple S Trainer. Cuestan $850 y lucen así:
Si de pronto has recordado las zapatillas que tu papá usaba hace más de veinte años, no estás mal. Según bloggers y periodistas de moda, el estilo normcore (el cual dicta que vestir simple y con lo primero que encuentres en el armario es cool) se ha acentuado en los recientes años por la ola de nostalgia ochentera y noventera que se ha apoderado de esta generación.
Las zapatillas de Balenciaga cumplen con todos estos requisitos retros, solo que llevados al extremo: las Triple S Trainer (bautizadas así por su triple suela diseñada a partir de moldes de zapatillas de basquet, running y pista) lucen excesivamente anchas, parecen sucias y los colores disponibles podrían rozar lo antiestético.
Eso sí, a pesar de su apariencia son un éxito en ventas, al punto que se revenden en Internet por $1000 o más. Otras marcas de lujo también se han sumado a la moda de las “zapatillas feas” creando sus propios diseños. Tal es el caso de la francesa Vetements, que, en colaboración con Reebok, lanzaron las Genetically Modified Pump de edición limitada y se ven así:
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