El exagente de bolsa no resistió que se le impusieran 16 años de cárcel, al hallarlo culpable del incendio premeditado de su mansión para salir de la quiebra.
Un millonario estadounidense que fue declarado culpable del incendio premeditado de su mansión para salir de la quiebra, se quitó la vida tragando cianuro en precisos momentos en que le leían la sentencia en su contra.
Michael Marin (53), padre de cuatro hijos, no pudo resistir ser condenado a 16 años de cárcel, y tomó la decisión de suicidarse en el acto.
Cámaras registraron cómo mientras se daba la lectura de sentencia se cubrió los ojos con las manos y después tapó su boca, cinco minutos más tarde volvió a hacer lo mismo. Al poco tiempo, su rostro enrojeció y su cuerpo convulsionó antes de caer fulminado al suelo.
Los abogados de Marin intentaron ayudarlo y llamaron a los paramédicos que le aplicaron compresiones en el pecho. Fue trasladado al hospital, pero los médicos solo certificaron su muerte.
Según el sheriff Joe Arpaio, del Estado de Arizona, la familia del exagente de bolsa recibió más tarde un correo electrónico que el suicida había programado para que llegara un día después de su muerte. En el mail, aclaraba cuál era su voluntad en el caso de que las "cosas no fueran bien".
En el automóvil de Marin se halló un bote de cianuro, según refiere Infobae.com.
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