Esto ocurrió en el camposanto de Huancayo, donde se originó una gresca entre familiares por este insólito hecho.
Una mujer irrumpió en el entierro de su esposo, acto que estaba a cargo de la madre del hombre que había perdido la vida a causa de una larga enfermedad. La esposa arribó en el momento más inesperado y ante la sorpresa de todos se llevó el féretro con los restos de su difunta pareja.
El cuerpo sin vida de Jorge Molina, quien trabajaba como chofer en una empresa de transportes, había sido llevado al compás de música costumbrista hasta el cementerio de Huancayo, pero el entierro no pudo ser efectuado por la aparición de la viuda.
Como era de esperarse, una gresca entre familiares se originó en el lugar. La madre del difunto quedó desconsolada y no pudo hacer nada para evitar que se llevaran el féretro de su hijo, que finalmente fue sepultado en otro camposanto.
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