En el interior de este museo, ubicado en Varsovia, se encuentran incluso cerámicas peruanas.
El primer museo del erotismo de Polonia cuenta con más de 2 mil objetos, desde cerámicas peruanas hasta una máquina expendedora de preservativos de 1934, curiosidades que han provocado la indignación de algunos polacos, aunque la mayoría prefiere disfrutar de un sugerente viaje a través del arte erótico.
Inmoralidades o fantasías -según se mire- plasmadas por artistas de todo el mundo, que pretenden que los varsovianos vean y hablen de sexo con naturalidad, algo impensable años atrás en el país centroeuropeo, uno de los más católicos de Europa.
"Nuestro museo no es un museo de pornografía, es un museo de arte erótico, así que no tenemos películas pornográficas, cuartos oscuros o artículos sexuales, sino solamente arte erótico", explicó a Efe su propietario, el coleccionista Dariusz Kedziora.
Kedziora reconoce que Polonia es un país "muy conservador" y lamenta que algunos vecinos se hayan quejado de la apertura de un museo que consideran "inmoral".
"Les hemos invitado a que conozcan las instalaciones, que vean que se trata de algo normal, que entiendan que es sólo arte", comenta Kedziora, quien ha recurrido a esta especie de "labor didáctica" para disipar críticas e incomprensión.
"No hay nada de lo que estar avergonzado, porque es un museo parecido a otros que pueden encontrarse en París o Barcelona", puntualiza su propietario.
"Lamentablemente, en Polonia el arte erótico es completamente desconocido, lo que hace de este museo una oportunidad para que la gente pueda ver, pueda aprender sobre el arte erótico en otras culturas", añade.
Un recorrido que cuenta con 450 metros cuadrados y más de 2 mil objetos, principalmente originarios de Asia, coleccionados por Kedziora en los últimos veinte años.
Entre estas piezas se incluyen pequeñas escenas talladas en madera del Kamasutra, carteles polacos de los años veinte que previenen de las enfermedades venéreas o colecciones de antiguos dibujos japoneses donde se representan diferentes prácticas sexuales.
"Los motivos eróticos siempre han sido importantes en el arte y la cultura de muchas civilizaciones. Sin embargo, dependiendo del período histórico eran exhibidos o resguardados en ambientes privados", recuerda el responsable del museo, que confiesa haber quedado fascinado por las representaciones del erotismo del lejano oriente, donde comenzó la colección que ahora se muestra.
El museo erótico no deja de recibir visitantes desde su apertura, principalmente estudiantes y parejas de mediana edad.
La dirección del museo asegura que durante los últimos días se han multiplicado las llamadas solicitando una visita para el día de San Valentín, que se celebra el próximo lunes, 14 de febrero.
El precio de la entrada es de algo más de siete euros, una cantidad elevada para acceder a un museo en Polonia, aunque, como reconoce su responsable, el objetivo también es rentabilizar la inversión.
EFE
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