El pequeño recorrió 150 kilómetros a pie luego de escapar de su casa porque su padre ´lo hacía trabajar demasiado´.
Un niño chino de 11 años decidió escapar de su casa y, con 24 yuanes en el bolsillo (menos de 4 dólares), caminó durante 11 días por una carretera, 150 kilómetros en total, en el sureste de China, contaron los medios de comunicación locales.
Al partir desde la ciudad de Shishi, en la provincia costera de Fujian, el niño tenía el objetivo de llegar a la casa de su abuela en la vecina Jiangxi, para lo cual caminó lo más rápido que pudo, en palabras del propio chico, cuyo nombre no fue mencionado en las informaciones.
Para la travesía se llevó dos rebanadas de pan y cinco botellas de agua, aunque cuando éstas se acabaron bebía en los lavabos de estaciones de descanso en la carretera, en las que también pasaba las noches, relató al "China Daily".
El pequeño peatón había vivido durante mucho tiempo con su abuela en Jiangxi, por lo que no dudó en escaparse hasta esa ciudad.
"Echaba de menos mi pueblo natal, porque mi padre me obligaba a trabajar mucho en casa", contó el niño a la policía que lo localizó tras 11 días de travesía, con la piel quemada por el sol y algunas heridas y raspaduras por el duro camino. A regresar con sus padres fue atendido en un hospital local.
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