El hijo, un joven de 21 años, estuvo dos meses comiendo, durmiendo y haciendo sus necesidades en una caja de 1,70 metros de alto por 1 metro de ancho.
La Policía boliviana dio a conocer, en medio de indignación, el caso de un desnaturalizado padre que encerró durante dos meses en una caja de madera a su hijo de 21 años.
Johan Knelsen es el nombre del joven víctima de este acto desnaturalizado. El muchacho es canadiense de nacimiento y perteneciente a la colonia menonita Belice, cerca de Santa Cruz.
Fue su padre, David Knelsen, el autor intelectual de este castigo. Fue él, su progenitor, quien decidió encerrarlo en una caja de madera de 1,70 por 1 metro de ancho durante dos meses por presuntamente haber roto las reglas de su religión, la cual prohíbe el uso de nuevas tecnologías, según recoge La Razón de Bolivia.
La Policía hizo el hallazgo el pasado miércoles y dio detalles de las precarias condiciones en las que se encontraba el joven, quien se vio obligado a comer, dormir y hacer sus necesidades en el reducido espacio de la caja de madera.
El padre alegó que el joven de 21 años tiene problemas psíquicos y además lo acusó de haber robado gallinas, beber alcohol en exceso y de usar un teléfono móvil, actos que son prohibidos por su iglesia.
Finalmente, se sabe que las autoridades han abierto una investigación por "delitos de privación de libertad, tentativa de homicidio y tortura". De este modo, el padre y la madre del muchacho han sido llamados para declarar.
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