El cerebro necesita algunos nutrientes y sustancias que le permitan cumplir funciones vitales del ser humano.
Los estudios aconsejan ejercitar el cerebro, motor del ser humano, porque el envejecimiento de nuestros órganos es un proceso inevitable que solo podemos retrasar. Pero otra forma de tenerlo sano y activo, es a través de la alimentación.
El cerebro necesita de algunos nutrientes y sustancias que le permitan cumplir con funciones vitales del organismo, como los latidos cardíacos y la presión arterial. También coordina los movimientos voluntarios de nuestros músculos, controla las emociones, la memoria y el aprendizaje.
La nutricionista Sara Abu Sabbah nos explica que podemos cuidar un órgano tan esencial con alimentos de fácil acceso y de preparación sencilla. A continuación conozcamos cinco recomendados:
1. El huevo. La yema contiene colina, un tipo de grasa que contribuye al desarrollo del cerebro y mejora la memoria. "Pueden comer un huevo al día y si tienen problemas de colesterol, pueden comerlo tres veces por semana".
¿Cómo consumirlo? En platillos salados como un suflé, es una opción. Un huevo sancochado en el desayuno es la mejor alternativa y en fritura también es válido, pero solo una vez por semana. No es recomendable comerlo crudo, porque se puede contaminar con los gérmenes de la cáscara.
2. La sangrecita de pollo. Tiene abundante contenido de hierro, un nutriente fundamental porque forma la mielina, una capa que nutre los nervios y que tiene ayuda al funcionamiento intelectual. "Si tenemos niños menores de cinco años, adultos mayores o mujeres gestante, deles sangrecita al menos una vez por semana o cada 15 días".
¿Cómo consumirlo? Se la puede utilizar en guisos o mezclarla en platos que lleven carne, para enriquecer la preparación. Para quienes no les agrada demasiado su sabor, podría incluirse la sangrecita en la salsa de los tallarines rojos. También puede usarse en la receta de galletas hechas a base de chocolate (80 gramos de cacao y 20 gramos de sangrecita).
3. Los pescados grasos. La anchoveta, el jurel, el bonito, la caballa, el atún y el salmón tienen carne oscura y son fuentes de omega 3. Previene enfermedades mentales como el Alzheimer en personas que los consumen al menos dos veces por semana. También contribuyen en el proceso de la memoria.
¿Cómo consumirlo? Al horno, al vapor o en guisos son las mejores alternativas, las frituras -en cambio- deben ser menos frecuentes.
4. Pavo. Esta carne es baja en grasas y es recomendable porque contiene un aminoácido llamado triptófano, necesario para la formación de serotonina, un neurotransmisor que está en el cerebro y que es fundamental para regular los cambios de estados de ánimo.
¿Cómo consumirlo? Es clásico y adecuado comerlo al horno. Procurar que los agregados no sean muy empalagosos, para que no se desvalorice la calidad nutricional del alimento. Una porción de 120 a 200 gramos es una cantidad adecuada. Se puede comer pavo dos veces al día y puede ser incluido uno a dos veces por semana. En jamón puede ser adecuado para el desayuno de los niños.
5. Chocolate. Debe contener alta pureza de cacao y es importante su consumo por sus niveles de teobromina, un alcaloide que mejora los mecanismos de atención cerebral. Además es valioso el aporte de feniletilamina, un componente que mejora el humor y la conducta.
¿Cómo consumirlo? Hasta 30 gramos es una porción adecuada de chocolate. Comerlo incluido en postres, dos veces por semana también es adecuado.
Comparte esta noticia