Está en camino un Manual de Advertencias Publicitarias que precise cómo debe ser el etiquetado y la publicidad de los productos procesados.
Con la publicación del Reglamento de la Ley de Promoción de Alimentación Saludable, el siguiente paso es que se implementen los parámetros técnicos que regularán los niveles de azúcar, sodio y grasas en los alimentos procesados. Las alertas en el etiquetado así como la publicidad, son claves para que el consumidor esté bien informado cuando elija qué comer.
Aunque la discusión sigue respecto a que se pudieron acortar los plazos sobre la entrada en vigencia de los parámetros técnicos y que estos debieron ser los mismos que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Salud (Minsa) ya empezó a elaborar un Manual de Advertencias Publicitarias.
Saby Mauricio, decana nacional del Colegio de Nutricionistas del Perú (CNP), señala que el consumidor necesita productos con advertencias claras en cuanto a los componentes que contiene. “La población está preocupada porque quiere saber qué es lo que va a comer, está preocupada porque de pronto se dio cuenta que le vendían un producto que en realidad no era lo que contenía, está preocupada porque ese producto va dirigido a nuestros niños, niñas y adolescentes”.
Mauricio cuestiona que los valores de sodio, azúcares y grasas establecidos por el gobierno favorezcan a la industria y se haya copiado el modelo chileno en lugar de seguir las pautas de la OMS. “Lo que va a suceder es que vamos a tener productos que aparentemente son sanos, cuando en realidad estamos pasando el límite de los nutrientes críticos que son: azúcar, sal y grasas saturadas”.
Pero sí se destaca el sistema de sellos que se viene aplicando el chile desde el 2016. El excongresista Jaime Delgado, autor de la Ley de Alimentación Saludable, explica que estas alertas en los productos industrializados no perjudican a la industria, y lo que se espera es una autorregulación que favorezca al consumidor. “No estamos diciéndole: ‘te prohíbo que utilices tanto de azúcar o sodio’. Estamos hablando de información, si tiene ciertos niveles de azúcar, le vas a poner alto en azúcar. Tienen dos alternativas, o le bajan el azúcar para no tener el sello o van a tener el sello, y dejan al consumidor que tome su propia decisión”.
De otro lado, el reglamento pone énfasis en que la publicidad dirigida a niños, niñas y adolescentes, debe ser clara, veraz, y no debe inducir a la compra generando falsas expectativas.
“Debemos ser un poco más cauto con aquella publicidad que va dirigida a los niños, ellos tienen muy pocas defensas para defenderse de mensajes publicitarios. Debe haber una restricción clara de publicidad para ellos”, sostiene Raúl Gonzalez, representante de OPS / OMS en Perú.
El Perú se encamina a ser una sociedad con consumidores mejor informados, que tengan la oportunidad de decidir sobre la calidad de vida que quieren para sus familias. Adquirir hábitos saludables no es algo que se logra de la noche a la mañana.
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