Según información del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), 2500 municipios a nivel nacional desarrollaron facultades para sanidad de alimentos. Especialista de dicha institución afirma que Escherichia coli y la Salmonella son las bacterias más comunes que intoxican a peruanos.
Humberto Reyes, director del Área de Inocuidad Agroalimentaria del SENASA, informó a RPP Noticias que 250 municipalidades desarrollaron competencias a nivel nacional para controles sanitarios en mercados locales.
“(Las municipalidades) han tenido que implementar en su estructura un programa de riesgo de inocuidad alimentaria y nosotros capacitamos al personal de las municipalidades, y ellos, a la vez, capacitan a (los comerciantes de) mercados. Ahí se hace el control del manejo adecuado”, comentó Reyes del SENASA.
El objetivo del programa del SENASA es que los alimentos no se intoxiquen de diferentes maneras y no dañen la integridad de los consumidores.
“La contaminación no es solo por químicos como plaguicidas, metales pesados o toxinas, sino también (por) contaminantes microbiológicos que se contagian en el momento de la manipulación de los alimentos”, explica Humberto Reyes del SENASA.
Entre las bacterias más comunes en los alimentos encontramos a la Escherichia coli y la Salmonella.
Respecto al caso de los intoxicados en Ayacucho, el funcionario público señala que “los agricultores tienen que tener conocimiento que este plaguicida tiene que estar registrado por el SENASA”.
Son tres registros los que debe tener el plaguicida, detalla Reyes. Uno del mismo SENASA, otro de DIGESA (Dirección General de Salud Ambiental) que se refiere a la parte toxicológica, y la de Dirección General de Asuntos Ambientales. “Si estas tres autoridades no emiten un informe favorable, no se registra el producto”, advierte.
Son 2500 plaguicidas los que están registrados. De acuerdo a Reyes del SENASA, los lugares donde expenden los plaguicidas deben tener un asesor técnico.
Además, los productos que se denominan rojos tienen que tener la prescripción de un ingeniero agrónomo para poder comprarlo. “Es como cuando vas al doctor y te da una receta médica y recién con la receta puedes comprar una medicina en una determinada farmacia”, finalizó.
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