Cuando se cree en algunos rituales, se les adjudica poder pero hay que actuar para hacer que ocurran.
Vivir bien
Cábalas
Recibir el Año Nuevo vestido de amarillo, colocar lentejas en los bolsillos, dar la vuelta a la manzana con una maleta, son algunas típicas cábalas para tener mejor suerte. Ese tipo de supersticiones son símbolos o representaciones que nuestro yo interior puede reconocer.
“Con ellas le hablo a mi inconsciente y le pido que haga algo, tiene impacto en mi mente inconsciente, pero también tengo que hacer una acción”, señala la psicoterapeuta Maribel Villegas.
Los rituales varían dependiendo de las creencias individuales o colectivas. “Si yo creo en eso, le adjudico poder y me sirve como un motor, sin embargo, debo comprometerme a hacer algo para que ocurra. No puedo pretender solo colocarme lentejas en los bolsillos para tener más plata el año que viene, tengo que hacer algo para que pase”.
El apoyarnos en las supersticiones nos transmite la seguridad para enfrentarnos a alguna situación, y así como ocurre con las predicciones, nos da la sensación de que tenemos el control.
Vivir bien
Cábalas
“Las cábalas son algo que hago hoy, para direccionar lo que quiero que suceda en el futuro, son una forma de controlar aquello que no puedo manejar desde el presente”, señala la coach ontológica Gina Piaggio.
Además, las supersticiones aumentan en condiciones de estrés, según un estudio de la Universidad de Tel Aviv, en Israel.
Una posible explicación para ese hallazgo es que el estrés reduce la sensación de control del individuo y que para recuperarlo este se involucra en rituales.
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