Se trata de zonas de tu anatomía que son muy sensibles y, por lo tanto, masajearlas puede ayudar a reducir el estrés, lo que mejorará tu salud.
Recibir un masaje puede resultar algo muy relajante e incluso saludable ya que está comprobado que puede aliviar el estrés del día a día. No obstante, lo normal es masajear la espalda o el cuello, pero dejamos de lado otras zonas del cuerpo que la medicina sugiere que deberían ser masajeadas.
Por ejemplo las pies o las palmas de las manos pueden ser muy sensibles a los masajes. A continuación conoce otras seis partes de tu cuerpo que deberían recibir un masaje para mejorar tu salud.
La coronilla: Maite Crespo, experta en gestión del estrés laboral recomienda disfrutar de un masaje en la cabeza sobre todo después de una jornada laboral pesada. El trabajo manual realizado en la región de la coronilla produce una agradable sensación de ligereza, se relajan los músculos del cráneo y se activa la circulación.
La cara: Se le conoce como el 'lifting' japonés y busca tensar el rostro y mejorar la firmeza de la piel. También sirve para relajarse. Es muy recomendable para personas que sufren de estrés y ansiedad constante y, según Crespo, es especialmente bueno "para acabar con el cansancio del día o en momentos de bajón".
El cráneo: El estrés puede afectar seriamente a la salud, puede disminuir las defensas del cuerpo, provocar depresión, producir dificultades para respirar y conciliar el sueño. Por ello es importante tratarlo. En ese sentido, un masaje en la parte alta de la cabeza es perfecto para personas con trabajos muy mentales. Libera tensión, alivia el mal humor y mejora el sueño.
La oreja: Primero hay que tener en cuenta que el estrés está causado por muchos factores, uno de ellos es el ruidos. En ese sentido, un masaje en la oreja es una técnica infalible de relajación. “El silencio sosiega la mente, evita los pensamientos tóxicos y recurrentes, y reduce el consumo energético del cerebro, pudiendo emplear esa energía en cosas más positivas”, explica Rafael G. de Silva, profesor de mindfulness en City Yoga (Madrid).
La yema de los dedos: Si bien las yemas son muy resistentes, también son altamente sensibles y llenas de terminaciones nerviosas. Según De Silva, las yemas pueden ser masajeadas mediante técnicas de presión con el fin de aliviar tensiones y relajarse. Esta actividad es especialemente buena para las personas que trabajan diariamente con un teclado de computadora.
Los glúteos: Normalmente, los masajes en la espada llegan hasta donde empiezan los glúteos. Lo que es un error. Los glúteos son una de las zonas más sensibles del cuerpo y un masaje bien aplicado puede ser muy placentero y desestresante, explican los expertos. Puedes usar pluma para acariciar tanto esta zona como el resto del cuerpo, provocando cosquillas.
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