La nariz es una parte importante en la armonía del rostro, pero también puede advertir algunos trastornos y enfermedades.
La nariz es parte clave en la armonía del rostro y está asociada al concepto de belleza. Pero su función va más allá de percibir olores, pues se pueden obtener información a partir de la forma y color de la mucosa, entre otros. Se pueden advertir algunos trastornos y enfermedades, que van desde una alergia o sinusitis hasta enfermedades neurodegenerativas.
1. El color de la mucosa nasal. Puede ser señal de infecciones virales, como los catarros o trastornos alérgicos. “Una coloración pálida, azulada o blanquecina, con un aumento del grosor, es muy típica de pacientes alérgicos al polen, los ácaros o por rinitis, que sufren una inflamación crónica de la nariz acompañada de estornudos, mucha mucosidad y lagrimeo ocular, además de mala respiración y pérdida del olfato. En estos casos se recomienda un estudio alérgico completo y un tratamiento médico que puede ser complementado con cirugía”, explica a El País.com Javier Galindo, cirujano especializado en rinoplastia.
En las personas sanas, el moco es escaso y algo transparente, pero cuando existe una infección o fiebre, el color se torna amarillento, verdoso y espeso. Las costras duras advierten sequedad ambiental o problemas como la desviación o perforación del tabique.
2. Si el olfato falla puede estar ligado a la pérdida de apetito, a la malnutrición, problemas de riñón o a trastornos psiquiátricos, como la ansiedad o depresión. “La relación entre las disfunciones olfativas y determinadas enfermedades neurodegenerativas, como las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, es cada vez más evidente”, anota José Luis Cantero, profesor de Fisiología y director del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla).
3. La temperatura varía en función al estado emocional, aunque la nariz suele ser más fría en las mujeres. Además expresa una reacción del organismo. "A más baja la temperatura de la cavidad nasal, peor es la respuesta inmune y más proliferan los virus, los resfriados y la sinusitis. Por eso la alegría, que calienta la nariz, puede potenciar la respuesta inmune”, indica Emilio Gómez, investigador de Psicología Experimental de la Universidad de Granada.
La temperatura nasal también disminuye con la mentira y la ansiedad, pues produce una vasoconstricción.
4. La nariz roja no es un efecto del abuso de alcohol, sino que está asociada a una rosácea (enrojecimiento de la piel) en esa zona. “La mucosa nasal en los pacientes bebedores suele ser rojiza y engrosada, debido a los efectos que alcohol ocasiona en los vasos sanguíneos”, aclara el cirujano Javier Galindo.
5. El abuso de drogas que ingresan por vía nasal, como la cocaína, provoca inflamación, perforación del tabique nasal y mala respiración.
6. La hemorragia nasal ocurre debido a sequedad ambiental, al embarazo, rinitis, alergias o a la hipertensión arterial. Y aunque es menos frecuente, también puede ocurrir por la presencia de tumores.
7. La nariz también está asociada a la belleza y que ella esté proporcionada con las otras estructuras de la cara y el cuerpo. Pero, los expertos descartan el mito de la selección sexual. “Solo es una percepción inconsciente de asociar una nariz grande a estar bien dotado”, afirma Galindo.
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