Muchas personas buscan definir un estilo y look con un 'piercing', pero no deben olvidar estas recomendaciones antes y después de realizado.
Hacerse un piercing en la oreja o en cualquier otra parte del cuerpo es una práctica muy popular, sobre todo entre los más jóvenes. Sin embargo, es importante considerar hacerlo en un lugar seguro y confiable así como tener ciertos cuidados una vez hecho.
Por ejemplo, después de hacerse el piercing hay que mantener bajo observación la zona para asegurarse de que no presente heridas o inflamación y que los agujeros no expulsen un líquido amarillento. Ante cualquiera de estos síntomas, hay que acudir a un dermatólogo.
Por ello, la American Academy of Dermatology, a través de su página web, dio algunas recomendaciones a tener en cuenta antes de realizarse un piercing, como conocer las características que debe ofrecer el establecimiento, y sugerencias para prevenir infecciones una vez hecho.
Busca un lugar confiable, limpio, seguro: y que además utilice métodos especiales para mantener todo estéril. Cualquier cosa que toque tu oreja debe salir de una bolsa sellada y ser desechable, lo que quiere decir que se utiliza solo una vez en una persona y después se tira. Si el agujero se realiza utilizando una pistola especial, procura que la parte que toca la oreja no haya sido usada antes.
Exige que quien vaya a realizarlo se lave las manos: Antes de comenzar con el procedimiento, asegúrate de que la persona que va a realizar el trabajo se lave las manos y se ponga guantes, como hacen los médicos.
Utiliza pendientes de alta calidad: Los piercings deben ser de acero quirúrgico, titanio, oro de 14 a 18 kilates o de algo denominado niobio. Pendientes que contengan níquel, cobalto u oro blanco pueden enrojecer la piel y producir picor.
Lávate las manos antes de tocarlo: Cuando haya finalizado el procedimiento, lávate las manos antes de tocar las orejas. De lo contrario se puede producir una infección que te puede hacer pasar un mal rato.
Deja los piercings en las orejas durante seis semanas o más: Incluso al dormir. Si te los quitas demasiado pronto, los agujeros se podrían cerrar y tendrás que repetir el proceso.
Lava regularmente las orejas con jabón y agua: Con el objetivo de evitar infecciones, debes lavar cuidadosamente tus orejas por lo menos una vez al día.
Utiliza alcohol para evitar gérmenes: Con un algodón mojado en alcohol limpia suavemente la piel alrededor de los agujeros, por lo menos dos veces al día para evitar gérmenes y costras. También puedes aplicar una fina capa de vaselina alrededor del agujero.
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