La presencia de mascotas en la playa o piscinas representan un peligro para la salud de los veraneantes debido a que pueden trasmitir diversas enfermedades.
La presencia de mascotas en la playa o piscinas representan un peligro para la salud de los veraneantes debido a que pueden trasmitir diversas enfermedades parasitosis y bacterianas a través de sus heces y orina, así como causar accidentes por mordeduras, señaló Ana María Navarro, Coordinadora de la Estrategia Sanitaria de Zoonosis del ministerio de Salud (Minsa).
Por ello, exhortó a la población a no llevar a sus mascotas a estos lugares de esparcimiento público ya que al defecar y orinar en la arena o el agua, contaminan estas áreas con agentes patógenos que son nocivos para la salud de las personas. “Esto no se evita ni recogiendo sus excretas, dada la naturaleza de filtración y absorción de la arena, alertó.
Indicó que los perros levantan arena al correr y cuando se bañan mojan a las personas al sacudirse. A esto se suma los accidentes de mordeduras que pueden ocasionar y por lo tanto, la trasmisión de la rabia.
“En esta época del año las playas están colmadas de personas y sobretodo de niños. Ellos son los más vulnerables a estos accidentes y sobre todo a ser contagiados por alguna enfermedad ya que juegan con la arena y llevan los objetos a su boca”, indicó.
Recordó que es importante el lavado de manos después de jugar con sus mascotas y antes de ingerir los alimentos como medida preventiva para evitar la transmisión de enfermedades parasitarias.
La especialista afirmó que según el reglamento del Régimen Jurídico de Canes, está prohibido el ingreso de los canes a piscinas, playas y algunos otros lugares públicos y de asistencia masiva.
Navarro indicó que esta disposición implica la responsabilidad del propietario del can en el control sanitario de su mascota principalmente la aplicación anual de la vacuna antirrábica y la desparasitación periódica.
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