Un compuesto del té verde reduce la capacidad de absorber grasas y tiene efectos positivos en el control del peso corporal, señala un estudio.
Un estudio de la universidad Penn State de Estados Unidos, publicado en la revista especializada Obesity, sugiere que el té verde puede frenar la ganancia de peso y ayudar a combatir la obesidad.
A través de experimentos con ratones, los científicos comprobaron que cuando a los roedores se les suministraba un componente del té verde llamado epigalocatequina (EGCG) e ingerían una dieta rica en grasas ganaban peso un 45% más despacio que aquellos animales que comían lo mismo sin incorporar el EGCG.
“El té verde hace que ganemos peso a menos velocidad”, concluye Joshua Lambert, experto en Ciencia de la Alimentación y coautor del trabajo. Además, los ratones eliminaban un 30% más de grasa en sus heces, lo que indica que este componente del té limitaba su absorción.
“Parece que el EGCG tiene dos efectos: reduce la capacidad de absorber grasas pero también aumenta la capacidad de usarla”, explica Lambert, según el sitio web muyinteresante.es.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que para alcanzar los niveles de EGCG usados en el experimento una persona tendría que beber diez tazas de té verde cada día.
La buena noticia, dice Lambert, es que, de momento, “estudios en humanos muestra que las personas que beben solamente una o dos tazas de té diariamente también notan efectos positivos en el control del peso corporal en comparación con los que no consumen esta bebida”.
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