Para especialista es un error no contarle a un niño sobre la muerte de un familiar. ´Un pequeño necesita saber qué ha pasado y debe enterarse por sus seres más cercanos´, indica.
Ante la muerte de un ser querido, los familiares deben contarle la verdad a los menores sin utilizar metáforas que puedan confundirle y le impidan seguir el duelo con total normalidad, afirma Loreto Cid, autora de la guía didáctica "Explícame qué ha pasado", que recoge consejos sobre cómo abordar el tema con los más pequeños.
En declaraciones a Europa Press, la experta explica que los familiares deben suavizar la noticia, adaptándola a su ritmo emocional, pero no contarle "algo que el niño no alcance a comprender", al utilizar metáforas como que "su abuelo se ha ido al cielo", porque los niños lo interpretan de "manera literal".
En este sentido, incide en que, al no contar la verdad, se genera "una mayor confusión" en su proceso de duelo y se alimenta su "fantasía emocional", que brota por sí sola.
Así, la psicóloga explica que los padres deben integrar a los menores en los ritos, siempre que el niño dé su visto bueno y se le ponga en antecedentes. "No hay que evitarles la despedida", indica.
De esta manera, prosigue, el niño va a fijar la muerte en un espacio y en un tiempo concreto y aprende a atravesar el dolor. "Se trata de una lección de madurez", añade la experta.
En relación a los posibles impactos emocionales que puede desencadenar la muerte de un familiar en el menor, Cid señala que su respuesta depende de "sus recursos emocionales, su bagaje a la hora de afrontar problemas, su personalidad, su soporte familiar, su edad y el familiar perdido".
En general, los problemas psicológicos que podrían desentrañarse pasan por trastornos de ansiedad, conducta o depresión. "El proceso de un duelo se lleva a lo largo de la vida (..) según vaya creciendo puede revisarse", argumenta esta experta.
Con el fin de facilitar la explicación de este fenómeno a los menores, la Fundación Mario Losantos del Campo ha publicado en España la guía didáctica gratuita "Explícame qué ha pasado", que ha contado con la colaboración de Parcesa.
"Para mucha gente hablar de la muerte implica dolor y por eso optan por evitar el tema. Esto es un error, ya que los niños necesitan saber qué ha pasado y deben enterarse por boca de las personas más cercanas. Mentirles para protegerles sólo empeora la situación", dice Rosa Orche, del área de asistencia a las familias de Parcesa.
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