Los síntomas de las relaciones enfermas suelen presentarse cuando ambas personas dicen ´somos tan parecidos´ lo que muestra codependencia, dice especialista.
Si tienes una relación de pareja y los dos se dicen cosas como "pensamos igual", "sentimos igual" o les gusta la misma comida, son las primeras señales para detectar una relación destructiva y enferma, considera la especialista mexicana en psicología clínica, Andrea Ríos.
"En cualquier parte del mundo, el amor es respeto hacia la integridad y libertad del otro. En una relación de pareja las personas se deben complementar más no fundirse", indicó, de acuerdo con un comunicado, la coordinadora clínica del Instituto Mexicano de Prevención Integral (IMEPI).
Ríos, quien tiene varios años de experiencia de trabajo con jóvenes de México y Argentina, asegura que en primer lugar se debe tener claro que una relación de pareja no sólo es de relaciones sexuales.
"Actualmente, los jóvenes se fijan únicamente en el aspecto físico para tener intimidad. Si bien la atracción física es un elemento fundamental, las personas deben ir más allá y me refiero a conocer las necesidades del otro para establecer respeto y tolerancia" dice la especialista a eluniversal.com.mx.
"El amor es tolerancia, paciencia, empatía que no es dependencia, dejar que el otro sea como es y desarrolle su plan de vida. Si en una pareja los dos evolucionan como personas, con el tiempo se percatarán de que el amor se transforma porque van pasando por etapas distintas que implican compromisos y dinámicas diferentes", señaló.
La especialista consideró que terminar una relación codependiente es difícil porque en este tipo de parejas cada uno tiene su rol muy definido.
"Uno es más dependiente y el otro se siente culpable por no corresponder a esa supuesta intensidad y la consecuencia es que no puede terminar la relación. Pero, en realidad esa culpa es el disfraz de una necesidad, en el fondo esa persona necesita saberse necesitada, admirada, querida y atendida por el otro", indicó.
Ríos dijo que en muchas ocasiones se argumenta que por compasión o atención hacia el otro se continúa con la relación y conscientemente dicen "me asfixia, me tiene harto, pero inconscientemente lo necesitan".
Las personas codependiente son inseguras e incapaces de tomar decisiones a cualquier nivel, por ejemplo: si tienen que comprar una taza, siempre van a consultarlo. La persona codependiente es desconfiada y tiene autoestima baja, consideró Ríos.
El otro cara de la moneda, son los individuos independientes. Aquí una de las personas en la relación es capaz de decir "también quiero", es decir, toma la decisión se preferir ir con sus amigos a ver el futbol, en lugar de estar todo el tiempo con la pareja.
La especialista del IMEPI, indicó que es importante enseñarle a un niño y a un adolescente tener relaciones sanas e independientes.
"Las relaciones son habilidades interpersonales basadas en valores y principios, en una comunicación asertiva. Las relaciones son un proceso de prueba y error, en la medida que el niño se relaciona con su entorno empezará a detectar en qué fallo y en qué acertó", dijo.
"Si un joven no se compromete en una relación o si es agresivo o bien asertivo se debe a que sus padres son iguales. Los hijos son el reflejo de los adultos. Los niños desarrollan todas sus habilidades, incluidas las sociales y las emocionales entre los cuatro y 15 años mientras están con sus padres", señaló.
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