Según la psicóloga Jacquelinee Rojas, solo controlando óptimamente el estado mental es posible alcanzar el máximo rendimiento físico, focalizarse y ser el mejor.
Los nutricionistas, entrenadores o físico terapeutas no son los únicos encargados de velar por el rendimiento y la condición de un deportista. La psicología también está muy marcada en el mundo del deporte, desde el fútbol y el vóley, hasta las artes marciales, el tenis y el atletismo.
Existe una rama llamada psicología del deporte que se encarga de estudiar los procesos psíquicos y la conducta del deportista, con el objetivo de mejorar sus condiciones, potencial físico, técnico y contribuir con su preparación.
Si bien es cierto, el físico del deportista debe estar en perfectas condiciones, nada se lograría si el estado de ánimo y la mente no lo están. Influye en su entrenamiento, en su dieta, en las ganas de entrenar y en la predisposición para triunfar.
El equipo de preparación debe estar integrado obligatoriamente por un psicólogo, quien asesora al entrenador y presta asistencia a los deportistas. Este profesional es también el encargado de entrenar las habilidades mentales para manejar el estrés, la ansiedad, los miedos y preocupaciones del grupo. Es primordial establecer un perfil físico-psicológico de cada atleta.
Solo controlando óptimamente el estado mental es posible alcanzar el máximo rendimiento físico, focalizarse y ser el mejor. El psicólogo es la clave para lograrlo.
También está capacitado para resolver los problemas grupales. Por ejemplo, la comunicación entre todos los miembros de un equipo, las habilidades interpersonales de cada uno o hacer florecer el trabajo en conjunto es un trabajo del psicólogo.
El mundo del deporte y la psicología están estrechamente unidos. Como reza el dicho: “mente sana en cuerpo sana”, y para alcanzar una condición física óptima es preciso trabajar el aspecto mental.
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