Otros ´detonantes´ del aneurisma cerebral son el ejercicio riguroso, hacer fuerza para defecar, llevarse un susto o un enojo súbito, entre otros factores según el estudio realizado por científicos holandeses.
El consumo de café y el sexo, dos de las actividades más placenteras del ser humano, pueden aumentar el riesgo de desarrollar un aneurisma cerebral, según un estudio divulgado por la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por su sigla en inglés).
El estudio, colocado hoy en la página web de la organización, señaló que el consumo de café y el sexo figuran entre las ocho actividades que pueden aumentar la presión sanguínea y el riesgo temporal de un aneurisma en el cerebro y sufrir un derrame.
Otros "detonantes" del aneurisma cerebral son el ejercicio riguroso, el consumo de gaseosas, sacudirse la nariz, hacer fuerza para defecar, y llevarse un susto o un enojo súbito, según el estudio realizado por científicos holandeses.
"Todos estos detonantes inducen un incremento leve y súbito de la presión sanguínea, lo que parece una posible causa común para la ruptura de un aneurisma", explicó Monique H.M. Vlak, principal autora del estudio y neuróloga del Centro Médico Universitario en Utrecht, Holanda.
Vlak consideró que se pueden reducir los riesgos de un aneurisma a través de un menor consumo de cafeína o el tratamiento de pacientes que sufren de estreñimiento y tienen aneurismas intracraneales sin ruptura.
Un aneurisma cerebral es un ensanchamiento de la pared de una arteria del cerebro, y sus síntomas incluyen vómitos, problemas de vista, pérdida de conocimiento, y serios dolores de cabeza.
La mayoría no manifiesta síntomas hasta que son lo suficientemente grandes, pierden sangre o se rompen. Cuando se rompen, los aneurismas pueden causar hemorragia cerebral.
Se calcula que el dos por ciento de la población -o poco más de seis millones de personas- tiene aneurismas intracraneales, pero pocos se rompen, según el estudio.
En el estudio, los investigadores se trazaron la meta de identificar posibles detonantes y su nivel de riesgo, y para eso estudiaron durante tres años a 250 pacientes que sufrieron hemorragias a raíz de la ruptura de un aneurisma.
EFE
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