Si bien la recomendación médica es reducir el consumo de estos elementos, no se debe eliminarlas por completo de la dieta.
Tanto el azúcar como la sal son elementos que aportan mucho sabor a las comidas y además están presentes, de manera natural, en muchos alimentos que consumimos a diario. Pero para saber si podemos dejar de consumirlos por completo, primero tenemos que entender qué rol juegan ambos en nuestra nutrición y, por ende, en nuestra vida.
Si bien el azúcar y la sal consumidas en exceso son sumamente dañinas para salud, son elementos necesarios para el buen funcionamiento del organismo. "Por ejemplo, cuando hay un proceso de desidratación, que se da mayormente en niños o en aldultos mayores, es el sodio, un componenente de la sal, el que tiene que estar presente necesariamente en nuestra dieta", explica la especialista en nutrición Sara Abu Sabbah.
Cabe recordar que el sodio es un mineral que tiene que ver con el equilibrio del agua en el cuerpo y participa constantemente en nuestro metabolismo. En ese sentido, "el sodio es un elemento necesario en la dieta".
En cuanto al azúcar, es un carbohidrato que aporta la energía que requerimos a diario para realizar actividades tan básicas como caminar, hablar, pensar, mover músculos, etc. Así pues, "es imposible vivir sin azúcar", afirma la especialista.
Teniendo en cuenta que el exceso de azúcar y sal es dañino para la salud, la recomendación médica es reducir su consumo pero no suprimirlos por completo ya puede generar series efectos adversos. Así pues, el consumo de sal y azúcar es esencial para el buen funcionamiento del organismo. En ese sentido, una mejor pregunta sería: ¿Cuánta es la cantidad adecuada de sal y azúcar?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la sal es en un 40% sodio y el resto es cloro. La recibimos de manera natural en alimentos como los pescados y mariscos y las aceitunas, pero también la obtenemos de alimentos procesados, incluso de sabor dulce, como la salsa de tomate o ketchup.
"El 77% del sodio (sal) que ingresa a nuestro cuerpo proviene de alimentos procesados, un 12% de alimentos naturales y un 6% de la sal que agregamos directamente a las comidas. Por ello, la recomendación es reducir ese 77% de alimentos procesados ya que su consumo puede ser perjudicial para la salud, elevando la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares", advierte Abu Sabbah.
En cuanto al azúcar, también la obtenemos de manera natural de alimentos como frutas, verduras y carbohidratos como el arroz, la papa y la yuca. Esos alimentos poseen azúcares de diferentes tipos como fructuosa, sacarosa, glucosa y su consumo moderado no representa un problema para la salud. No obstante, "los alimentos procesados y las bebidas azucaradas poseen una cantidad de azúcar que consumida en exceso no solo nos hace subir de peso, sino que genera problemas metabólicos como hígado graso, diabetes e incluso cáncer", asegura la experta.
Comparte esta noticia