Llevar una buena alimentación, una vida saludable e ignorar las terribles historias de malos embarazos son las claves para disfrutar de la temporada del embarazo.
A menudo, en la consulta, sobre todo cuando es la primera vez, existen mujeres embarazadas con muchas preguntas y es normal. Traer una nueva vida a este mundo es un acontecimiento que a cualquiera podría asustar.
El embarazo es un proceso fisiológico, que como toda etapa, necesita cuidados. Los tres primeros meses son de formación del futuro bebé, justo cuando la madre se entera y empieza a contarlo a sus familiares.
Escuchamos opiniones que ya han pasado por lo mismo, contando sus terroríficas historias sobre sus embarazos. Parece una avalancha de casos raros: el embarazo de tus hermanos, de tu suegra, acompañado del dolor que resultó cada momento, como si se transmitiera el castigo divino que precede al momento feliz del nacimiento del bebé.
Toda esa información, innecesaria para la futura madre, puede generar mayor angustia de la que en realidad debería tener. Estar embarazada debe ser el mejor evento, siempre y cuando la mujer lo haya empezado en las mejores condiciones para su propio cuerpo, es decir, teniendo una vida saludable, preparándose para ese momento y estando convencida de que es la mejor decisión.
En general, tener una vida saludable nos prepara para cualquier situación, tener una buena alimentación, un adecuado descanso, una vida que nos permita disfrutar de los pequeños momentos debería ser nuestro estándar y el embarazo no está fuera de este esquema.
La buena noticia es que todos los organismos no son iguales, no todas las mujeres tienen el mismo grado de ansiedad, sensación y tolerancia a lo que de ahora en adelante todas llamaran dolores del parto, así como también, los primeros malestares como náuseas y hasta vómitos. Existen mujeres que no se percatan del embarazo hasta que tienen varios meses sin menstruación y se sorprenden porque nunca tuvieron “síntomas”, es decir los malestares que han sido difundidos por otras mujeres.
Es verdad que existen cambios fisiológicos que condicionan el cuerpo de la mujer durante el embarazo y estos van a ir progresando y modificándose durante los nueve meses.
Estos cambios son necesarios para que el cuerpo se prepare al momento del parto permitiendo nacer a un saludable bebé. Los cambios los vamos a sentir dependiendo de cuanto nos preparamos para ese día. Esta preparación debe ser física y mental, por eso es muy importante, para todas las mujeres que ya están embarazadas, llevar el curso de Psicoprofilaxis Obstétrica, realizado por un profesional de Obstetricia y se recomienda llevarlo independientemente de que termine en cesárea o parto normal.
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