En los primeros tres meses del embarazo la futura madre presentará alteraciones emocionales como cambios de humor, mayor sensibilidad emocional, más sueño, así como problemas físicos como estreñimientos, naúseas y vómitos.
En el primer trimestre, aunque no sea notorio aún el embarazo, se producen cambios en el bebe, los cuales podemos seguir en ecografías y así ver, paso a paso, cómo se va formando. Si una paciente tiene la oportunidad de hacerse ecografías con frecuencia, apreciará semana a semana cómo aparece primero un “saco gestacional”, luego el embrión y después ese embrión ya presenta latidos cardíacos. Las primeras 8 semanas son las embrionarias, donde se forman la mayoría de órganos y sistemas. A partir de ahí y hasta el final del embarazo vamos a tener el crecimiento y maduración de estos órganos y sistemas, y al bebe se le llama feto.
La mayoría de las mujeres puede disfrutar plenamente este periodo, pero también hay un grupo que puede tener algunas molestias por cambios tanto físicos como emocionales.
PROBLEMAS EMOCIONALES FRECUENTES
Por el incremento de una serie de hormonas característico en el embarazo, puede haber cambios de humor, mayor sensibilidad emocional, más sueño, etc
Dependiendo de la edad y los antecedentes de la paciente, puede haber mucha ansiedad en relación al bienestar del bebe. Esto es frecuente por ejemplo en quienes han tenido pérdidas en un embarazo anterior, quienes han salido embarazadas gracias a tratamientos de fertilidad, quienes tienen antecedentes familiares cercanos de problemas genéticos, etc.
Es frecuente también que tengan miedo de tener relaciones sexuales, pensando que eso puede afectar al bebe.
Si el bebe no ha sido planificado, a veces hay angustia por la responsabilidad que van a tener que asumir o por no haber tomado los cuidados necesarios mientras no sabían que había un embarazo. (Caso típico son las pacientes que han estado tomando diversos medicamentos sin saber que estaban encinta y tienen miedo de que puedan haber dañado al bebe).
Pero las alteraciones no son solo emocionales, también podemos tener cambios físicos.
CAMBIOS FÍSICOS FRECUENTES
No vamos a hablar de lo obvio, que es por ejemplo, la interrupción de las reglas, sino de las cosas que pueden generar molestias en algunas pacientes, siempre recalcando que son muchas las mujeres que no sienten ninguna incomodidad.
Estreñimiento: Este es, en general, un problema que afecta mucho más a las mujeres que a los hombres, y se puede acentuar en el embarazo por el aumento de la progesterona, que relaja la musculatura y hace más débiles los movimientos intestinales. ¿Qué se puede hacer para evitarlo? Tomar mucho líquido (2 a 3 litros por dia), tener una dieta abundante en fibra y hacer ejercicio aeróbico. (Ejemplo: caminata vigorosa).
Aumento de la frecuencia de las micciones: El útero está al lado de la vejiga y la presiona cuando comienza a crecer en el embarazo. Esta presión hace que la mujer sienta ganas de orinar con frecuencia y es algo que pasa luego de unas semanas y ya no vuelve hasta las etapas finales del embarazo.
Náuseas y vómitos: Pueden ser sólo nauseas o llegar a los vómitos. Puede ser ocasional o, en casos raros, llegar a ser un problema grave que lleva a que la paciente no pueda comer nada. Hoy en dia tenemos tratamientos muy efectivos y conseguimos casi siempre controlar el problema en poco tiempo.
Pero si las náuseas no son graves, se inicia siempre con algunas indicaciones de estilo de vida que ayudan bastante, como son no comer 3 grandes comidas sino porciones pequeñas en forma frecuente, no comer comidas grasosas, fritas o con olores intensos, no mezclar cantidad abundante de líquidos con las comidas, darle preferencia a alimentos frios, etc.
Recordar que estas son las medidas iniciales, y que si no son totalmente efectivas, tenemos una serie de medicinas muy seguras y efectivas.
Dolor pélvico: A medida que crece el útero, va a estirar un poco los ligamentos que lo sostienen en su lugar, pudiendo generar un poco de dolor en las mujeres.
Acidez estomacal: Esto también puede pasar y es usualmente por los cambios hormonales que relajan los esfínteres y permiten que el contenido del estómago, que es ácido, vuelva hacia el esófago.
Las primeras medidas que uno toma en estos casos es aconsejar a la paciente que evite alimentos irritantes como el alcohol, los picantes, los cítricos, las frituras, etc. También comer porciones pequeñas y frecuentes, hacerlo lentamente, masticando bien los alimentos, no acostarse inmediatamente luego de comer, dejar pasar al menos una o dos horas. Y al acostarse, puede ayudar usar una almohada alta.
Cuando estas medidas no son suficientes, tenemos una gama amplísima de medicinas que son muy seguras y efectivas.
CONCLUSIÓN:
Algunas pacientes pueden tener molestias en el primer trimestre del embarazo, y las más frecuentes de ellas son fácilmente controlables, ya sea con cambios en los hábitos o con medicinas. Recuerde que estas molestias no implican que haya ningún problema con su gestación.
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