Un hábito cotidiano y aparentemente inofensivo podría estar perjudicando tu salud más de lo que imaginas. ¿Qué relación tiene el uso del celular en el baño con la aparición de hemorroides?
Las hemorroides son dilataciones de las venas en la zona del ano que pueden generar molestias significativas. Existen dos tipos: las hemorroides externas, que son visibles desde fuera, y las internas, que requieren un examen médico con instrumentos para ser detectadas. Aunque muchas veces se consideran un problema menor, pueden causar dolor, picazón, sangrado e incluso, en casos raros, infección con pus, lo que representa un riesgo mayor para la salud.
Una de las principales causas de su aparición es genética. Las personas con antecedentes familiares de enfermedades venosas, como las várices en las piernas, tienen mayor probabilidad de desarrollar también hemorroides. Esta condición se engloba dentro de lo que se conoce como enfermedad venosa periférica. Además, hay factores del estilo de vida que influyen, como el estreñimiento, el esfuerzo excesivo al evacuar y pasar mucho tiempo sentado, especialmente en el baño.
En este contexto, un reciente estudio presentado en la reunión anual de enfermedades digestivas, en Estados Unidos, ha aportado evidencia relevante sobre un hábito cotidiano que podría estar agravando el problema: el uso del celular en el baño. Investigadores de Boston analizaron a 125 personas que se sometían a una colonoscopía de rutina, aplicándoles un cuestionario conocido como Roma IV para evaluar sus síntomas digestivos. También se les preguntó sobre el uso del celular en el baño: con qué frecuencia lo usaban, cuánto tiempo permanecían en el inodoro y qué tipo de contenido consultaban.
Lo que se encontró fue que, del total de participantes, el 43 % tenía hemorroides. Un 66 % admitió usar el celular mientras estaba en el baño, de los cuales el 93 % lo hacía al menos dos veces por semana y un 55 % casi en cada visita. El análisis mostró que las personas que usaban el celular en el baño tenían un 46 % más de riesgo de sufrir hemorroides en comparación con quienes no lo usaban.
La explicación detrás de este hallazgo radica en el tiempo prolongado que se pasa sentado. Permanecer mucho tiempo en el inodoro puede comprimir los glúteos, aumentar la presión en la zona rectal y favorecer la acumulación de sangre en las venas del ano, lo que lleva a su inflamación. Por ello, los especialistas recomiendan no pasar más de 10 minutos en el baño para reducir este riesgo.
En conclusión, aunque parezca inofensivo, el hábito de revisar el celular en el baño puede tener consecuencias inesperadas para la salud. Limitar el tiempo en el inodoro y evitar distracciones digitales durante este momento puede ser una medida sencilla pero efectiva para prevenir las molestas y a veces complicadas hemorroides.
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