Evite las pataletas durante los primeros días de clases

Dialogar positivamente con los pequeños sobre las actividades que realizará en el colegio, llevarlo con anticipación a las instalaciones de su colegio a fin de que se familiarice con el entorno y con los profesores, son algunas de las recomendaciones del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi”, ante el temor que suele presentarse por el primer día de clases.

Sobre el tema, el médico psiquiatra Horacio Vargas Murga, director Ejecutivo de la Dirección de Niños y Adolescentes del citado instituto, dijo que el inicio de la etapa escolar es importante en la vida de los niños ya que estarán lejos de casa, de los padres y en un lugar lleno de personas desconocidas, por esta razón muchas veces les resulta muy difícil acoplarse con facilidad al colegio.

Para el experto, este momento de la separación puede originar escenas de incertidumbre en ellos, ocasionando los berrinches y las pataletas a la hora de ingresar a la escuela.

Además, mencionó que los padres deben fomentar en sus hijos una buena autoestima y una adecuada preparación, que no se trabaja una semana antes de ir a la escuela, sino durante el desarrollo temprano del niño, lo que le permitirá enfrentarse a la separación y habituarse a la nueva rutina.

Una forma de prepararlos es contarles sobre todas las actividades que van a realizar, las cosas nuevas que aprenderán y los nuevos amigos que van a encontrar. Otra motivación es hacer que ellos participen en la compra de los útiles escolares, uniformes, maletines y loncheras, con el fin de que se vayan familiarizando con la escuela.

“Es más fácil que los niños que han estado en diferentes guarderías o en un jardín infantil, ya estén acostumbrados a diferentes entornos sociales, mientras que para un niño que no ha asistido nunca a un jardín o guardería, le resulta más difícil la separación de sus padres”, comentó.

Vargas Murga recomendó que el primer día de clases, los padres deban permanecer tranquilos y transmitir a sus hijos, alegría y entusiasmo por el mundo nuevo que van a experimentar, y si lloran desesperadamente hay que consolarlos un momento y darles tranquilidad y confianza, ya que generalmente el tiempo de desprendimiento y de adaptación suele durar generalmente una semana.