Los menores deben experimentar opciones diferentes a las del período escolar. Especialistas recomiendan inscribirlos en cursos motivadores que los relajen o ayuden a elevar su autoestima.
Especialistas del Instituto Guestalt de Lima (IGL) alertan que no se puede recargar a los menores de actividades en este período de descanso escolar, sino que se debe aprovechar para inscribirlos en cursos motivadores que los relajen o ayuden a elevar su autoestima.
Así lo dio a conocer el psicólogo y director del IGL, Manuel Saravia Oliver, tras analizar que la tendencia de los padres en esta temporada es copar los horarios sus hijos a fin de “tenerlos controlados”, sobre todo cuando ellos se encuentran en sus centros de trabajo.
“Los padres no piensan que sus hijos vienen de una largo de período de clases escolares y que, por lo tanto, ahora que se encuentran fuera del colegio, ellos quieren aprovechar este tiempo para jugar, correr, divertirse con sus amigos y abocarse a desarrollar algunos "hobbies", pero sin ningún tipo de presión. Matricularlos en varios cursos, materias, generará una actitud hostil, rebelde y hasta depresiva porque éste no encuentra un espacio libre para realmente respirar o relajarse que son los verdaderos objetivos de las vacaciones de verano”.
“En realidad, llenarlos de asignaturas o talleres ocasionará más perjuicio que otra cosa porque eleva los niveles de estrés y ansiedad . Los chicos deben estudiar algo que les pueda servir pero también compensarlos con una actividad extracurricular que sea súper motivadora. No todo pueden ser exigencias, tiene que haber un taller que los divierta, que los haga sentir bien, de esa manera usted podrá concluir que las vacaciones fueron realmente provechosas”, afirma.
¡Sacando el jugo a las vacaciones!
El tiempo libre de vacaciones es propicio para buscar nuevas opciones y tomar clases de música, desarrollar otras expresión artísticas como la danza, pintura, practicar deportes y otras relacionadas a la valoración de sí mismo, nuestra naturaleza y patrimonio cultural.
Saravia indica “Sobre todo es importante que sus hijos se sientan a gusto con lo que van a hacer. No se les puede obligar a llevar los cursos tradicionales que exigen más concentración porque terminarán haciéndolo de mala gana- advierte y agrega- Esta demostrado que si las actividades se imponen y no son del total agrado de sus hijos puede llegar al extremo de provocarles traumas que los marcarán de por vida, por lo cual hay que intentar,por lo menos, tomarse un tiempo para saber qué es realmente lo que les puede interesar”.
Si su niño está recargado de asignaturas, cursos o talleres generará estrés y parte de las respuestas serán irritabilidad, cansancio, desgano, aburrimiento, temor en su comportamiento.
Compartiendo con los hijos
El período vacacional es ideal para compartir con su hijo, descubriendo actividades divertidas que hagan su relación mucho más estrecha. Aproveche para acercalo a otros miembros de la familia, permitiendo la identificación con su entorno. Finalmente, también pueden servir para que los niños aprendan a colaborar en pequeñas tareas de la casa, las mismas que los harán responsable y aprenderán a valorar lo que usted le da como padre.
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