La fórmula de la vacuna se modifica todos los años pues el virus de la influenza varía constantemente.
La influenza es una enfermedad viral que se puede transmitir desde un simple estornudo hasta una tos fuerte o, incluso, por hablar cerca de alguna persona que contenga el virus.
El pediatra y neonatólogo Julio Tresierra indicó que los síntomas pueden pasar desapercibidos, pues son similares al resfrío; sin embargo, la influenza es mucho más que una simple gripe.
“Los síntomas son dolor de cabeza, una fiebre alta, malestar general, dolores musculares. Es una enfermedad postrante, a diferencia de un resfrío común que es un poco más suave”, expresó.
Respecto a la vacuna, esta debe ser administrada cada año pues el virus de la influenza cambia constantemente. Por ello, cada persona debe acudir a los centros de vacunación para prevenir el contagio.
Cabe indicar que si un menor recibe la vacuna por primera vez, esta tiene que ser aplicada en dos dosis separadas por un mes, “La idea es que un niño tiene un sistema inmunológico un poco inmaduro y para que realmente llegue a tener un nivel de anticuerpos adecuado necesitamos dos dosis. Después de eso solo tendrá que volverse a vacunar una vez cada año”, aseguró Tresierra.
La vacuna debe administrarse cada año y de manera responsable, pues la respuesta inmunológica del cuerpo disminuye con el tiempo.
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