A los 8 años de edad existe tres puntos de diferencia en el coeficiente intelectual de los niños nacidos de madres con bajas concentraciones de yodo en los primeros meses del embarazo.
El déficit de yodo durante el embarazo disminuye el coeficiente intelectual de los niños, concluyen científicos, pertenecientes al proyecto europeo "Nutrimenthe", que coordina la profesora de la Universidad de Granada (UGR) Cristina Campoy Folgoso.
Los resultados muestran que a los 8 años de edad existe tres puntos de diferencia en el coeficiente intelectual de los niños nacidos de madres con bajas concentraciones de yodo en los primeros meses del embarazo, frente a aquellos nacidos de madres que tenían niveles de yodo por encima del límite mínimo.
Para conseguir que las mujeres tengan los niveles de yodo dentro de los límites recomendables los expertos recomiendan introducirlo de manera natural en el organismo, es decir, a través de una dieta rica en marisco, lácteos y pescado.
Además han desaconsejado el uso de suplementos o algas con demasiado yodo para evitar problemas de tiroides. A través de la British Dietetic Association, los autores han aconsejado una ingesta diaria de yodo durante la gestación y la lactancia. Los resultados de esta investigación los publica la revista The Lancet.
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