La dopamina afecta el comportamiento, la consciencia, la motivación y el deseo.
La infidelidad podría obedecer a factores relacionados a la genética, debido a la presencia de la dopamina, que afecta el sistema nervioso central y tiene muchas funciones en el cerebro, incluyendo papeles importantes en el comportamiento, la consciencia, la motivación y el deseo.
Así lo afirmó la licenciada María Menacho, psicóloga del Sistema Metropolitano de la Solidaridad (SISOL).
Para la especialista también se tendría que tomar en consideración aspectos psicológicos, como la motivación y atribución que el individuo le da a la conducta infiel y las características socio-culturales.
Señaló que hay hombres que están genéticamente predispuestos a ser infieles, más aún cuando el ambiente lo hace vulnerable, ya sea porque la relación está deteriorada o pasa por situaciones complicadas.
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