Un estudio reciente sugiere que la semaglutida, el principio activo del medicamento Ozempic, podría ser eficaz para reducir las ansias de beber alcohol. El doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP, hablo de esta investigación en Espacio Vital.
El alcoholismo es un problema muy común en la sociedad moderna, y debido a su alta prevalencia, constantemente se buscan medicamentos e intervenciones que puedan ayudar a las personas que sufren de este problema. Sin embargo, este proceso resulta ser complicado, ya que para que una persona logre superar la adicción, debe tener el deseo genuino de dejar el alcohol. Si la persona es forzada a hacerlo, el éxito es mucho menos probable. Por eso, actualmente se están explorando diversas alternativas médicas que puedan facilitar la recuperación de aquellos que sufren esta enfermedad.
En un esfuerzo por abordar el alcoholismo severo, un grupo de investigadores estadounidenses llevó a cabo un estudio con 48 personas que sufrían de abuso intenso de alcohol. Estos participantes fueron tratados con inyecciones de semaglutida, el principio activo del medicamento Ozempic, conocido por sus efectos positivos en la reducción de peso. Los investigadores querían evaluar si este medicamento podría tener un impacto en la capacidad de las personas para dejar de consumir alcohol. Lo que encontraron fue que aquellas personas que recibieron Ozempic, administrado en dosis bajas de manera semanal, lograron reducir significativamente su consumo de alcohol en comparación con un grupo que recibió un placebo.
Además, un subgrupo dentro de los 48 participantes, que también eran fumadores, mostró resultados notables. Mientras usaban el medicamento, no solo lograron reducir su consumo de alcohol, sino que también dejaron de fumar temporalmente.
Este reciente estudio, publicado en la revista de la Asociación Médica de Estados Unidos, ha generado opiniones favorables entre los expertos en adicciones. Aunque la mayoría de los profesionales coinciden en que se trata de un estudio pequeño, destacan que está bien diseñado y ofrece un enfoque prometedor para el tratamiento del alcoholismo. Si bien se necesita realizar más investigaciones para confirmar estos resultados, muchos expertos consideran que este tipo de medicamentos antiobesidad, como la semaglutida, podrían ser útiles en el futuro para tratar el alcoholismo, abriendo nuevas alternativas terapéuticas para quienes luchan contra esta adicción.
¿Pero cómo es posible que un medicamento antiobesidad pueda ayudar a tratar el alcoholismo? Según el doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP, la clave está en el mecanismo de acción de los agonistas de la GLP-1, que son los principios activos de estos medicamentos. Estos fármacos actúan a dos niveles. Primero, en el estómago, donde hacen que se sienta lleno más rápido y que el estómago tarde más en vaciarse, lo que reduce el apetito y la ingesta de alimentos.
No obstante, su acción no se limita a lo físico; también impacta en el cerebro, específicamente en la amígdala cerebral, una zona relacionada con los impulsos y las adicciones. Al influir en esta área del cerebro, los medicamentos pueden disminuir la necesidad de consumir alcohol, ayudando a las personas a controlar sus impulsos y a reducir su consumo de esta sustancia.
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