Las dietas desequilibradas, en las que se dejan de consumir ciertos alimentos para perder peso rápido, además de provocar el famoso ´efecto rebote´, hacen que aumente la grasa abdominal.
El desorden alimenticio es lo que más engorda y provoca el aumento de peso, sostiene Susana Monereo, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Getafeuna, al advertir que se debe evitar comer entre horas o saltarse comidas.
Precisó que un estudio realizado entre más de 22 mil personas en 12 países permitió concluir en que la obesidad no sólo afecta la autoestima, sino que aumenta 2,4 veces las posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2, tres veces el riesgo de hipertensión, 2,8 y 1,8 veces las opciones de tener un cáncer de mama.
Además, a partir de los 40, las mujeres con problemas de obesidad tienen 7 años menos de esperanza de vida que el resto y los hombres 5,8.
La clave está en la denominada grasa visceral, aquella que se acumula en el abdomen, entre las vísceras, y que hace aumentar el volumen del intestino. Esta grasa genera sustancias tóxicas que dañan los órganos, dando lugar al conocido como síndrome metabólico, caracterizado por la aparición de todas estas enfermedades.
La experta en nutrición, explica que aunque no hay que abusar de productos como las grasas saturadas, el azúcar o el alcohol; las dietas desequilibradas, en las que se dejan de consumir ciertos alimentos para perder peso rápido, además de provocar el famoso "efecto rebote", hacen que aumente la grasa abdominal.
A su juicio, perder peso debe plantearse como una carrera de fondo con objetivos realistas. Considera "factible" intentar perder de medio a un kilo a la semana.
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